La Reina ha entregado este mediodía en el Palacio de la Zarzuela las Cruces de Oro de la Orden Civil de la Solidaridad Social 2007, que han recibido la Fundación ONCE, FIAPAS, CNSE, la Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil, Cáritas de Astorga (León) y la Fundación RAIS, por su trabajo en favor de los más desfavorecidos.

Han sido distinguidos también por su intensa labor social Pablo Cobo, Esther Koplowitz, Manuel Porras, Manuel Simón, Amalia Solórzano de Cárdenas y Montserrat Trueta, así como Francisco García Aznárez, a título póstumo, que ha recibido su esposa, Gloria Polanco.

Han acompañado a Doña Sofía el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, cuyo departamento concede los Premios, y la secretaria de Estado de Servicios Sociales, Familias y Discapacidad, Amparo Valcarce.

La Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE), la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS) y la Confederación estatal de Personas Sordas (CNSE) han visto reconocida su labor social en favor de las personas ciegas y sordas y su aportación a la Ley por la que se reconocen las lenguas de signos españolas y se regulan los medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas.

La Fundación RAIS (Red de Apoyo a la Integración Sociolaboral de las Personas sin Hogar ha sido galardonada por su compromiso con las personas en riesgo de exclusión al crear redes de solidaridad entre personas e instituciones.

A la Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil se le ha galardonado por su apoyo y solidaridad hacia los miembros de esos Cuerpos en situación de especial vulnerabilidad y a Cáritas Diocesana de Astorga (León) por su labor en favor de la dignidad humana.

Pablo Cobo Gálvez y Manuel Porras, funcionarios del Cuerpo Técnico de la Seguridad Social, han recibido las Cruces por su aportación a la investigación, desarrollo e innovación en la atención a las personas en situación de dependencia y por su labor en contra de la pobreza y la exclusión social, respectivamente.

Esther Koplowitz ha sido distinguida por su mecenazgo en centros residenciales para personas mayores sin recursos y para las que padecen discapacidad física y psíquica.

Manuel Simón Velasco fue el primer director de la OIT en España y ahora se premia su trabajo por la dignidad de los niños y niñas en el mundo, impulsando el Programa de Erradicación del Trabajo Infantil en América Latina.

En Amalia Solórzano, esposa del primer presidente de México Lázaro Cárdenas y que no ha podido estar en Zarzuela, se ha valorado su decisiva contribución en la ayuda a unos 25.000 pequeños españoles exiliados y acogidos generosamente en México, en 1937, a dónde huyeron de la Guerra Civil española y entre los que encontraban los 450 niños de Morelia.

Montserrat Trueta Llacuna y su larga vida dedicada a la atención y la defensa de los derechos de las personas con discapacidad intelectual, principalmente niños, y su trabajo al frente de la Fundació Catalana Síndrome de Down, le han hecho merecedora de la distinción.

Caldera ha explicado que estos Premios son una muestra de que la sociedad confía en el futuro, que con el trabajo conjunto se podrá conseguir un país en el que quepamos todos porque, si se extirpan, la desigualdad, el infortunio o la marginación no impedirán que avancemos hacia un mundo mejor.