Este artículo se publicó hace 17 años.
Reinauguran la Biblioteca Anna-Amalia tres años después de ser presa de las llamas
La barroca Biblioteca Anna-Amalia de Weimar que frecuentaron los literatos alemanes Goethe y Schiller, fue reinaugurada hoy, poco más de tres años después de que un incendió destruyese parte del edificio y un número importante de volúmenes de su fondo editorial.
"Pocas cosas en el mundo de la cultura duelen como el incendio de una biblioteca", dijo el presidente alemán, Horst Köhler, en el acto de reapertura de la histórica biblioteca ante 1.200 personas.
El 2 de septiembre del 2004 las llamas destruyeron 50.000 libros, 37 pinturas y el 98 por ciento de la colección de partituras de la biblioteca, mientras otros muchos volúmenes resultaron seriamente dañados por los bomberos cuando trataban de apagar el incendio.
No obstante, una acción espectacular y desesperada permitió salvar decenas de miles de libros de las llamas. El director de la biblioteca, Michael Knoche, sacó personalmente una biblia luterana de 1534, con ilustraciones en color de Lukas Cranach.
Otros colaboradores de la Fundación Clásicos de Weimar llegaron espontáneamente a la Biblioteca y, mientras los bomberos luchaban contra el incendio, procuraron hacer su aporte, formando cadenas humanas para rescatar del fuego libros y tesoros artísticos.
Los libros fueron pasando de mano a mano para ser depositados en la calle, fuera de la Biblioteca y a salvo de las llamas.
En un momento, se temió que el edificio mismo, considerado como la cuna del clasicismo alemán, terminará irremediablemente destruido, aunque la acción de los bomberos impidió ese extremo.
La catástrofe desató una ola de solidaridad nacional e internacional y 22.000 personas hicieron donaciones para ayudar a que la Biblioteca de Weimar recuperase sus fondos, restaurando lo que se podía restaurar y haciendo nuevas adquisiciones.
En total, se recolectaron 20,8 millones de euros (29 millones de dólares), aunque para rehacer y recuperar los fondos originales de la Biblioteca, el restaurador Mathias Hageböck estima que el coste rondaría los 67 millones de euros (unos 94 millones de dólares).
Hageböck ha devuelto a las estanterías 16.000 volúmenes restaurados que él califica como "casos fáciles".
La noche del incendio, 80.000 volúmenes estaban directamente bajo el tejado que fue presa de las llamas y 28.000 se rescataron dañados por el fuego.
Cerca de 8.000 libros pueden restaurarse y Hageböck espera haber cumplido con la parte más importante de su trabajo para el año 2015.
Pese a las pérdidas producidas por el agua y las llamas la Biblioteca sigue albergando tesoros.
Además de la Biblia luterana de 1534 hay también, por ejemplo, un evangelario de 930 que se considera una de las piezas más valiosas de la Biblioteca.
La colección de mapas -cuya pieza más antigua data del siglo XV- es otro de los tesoros que alberga la Anna Amalia Bibliothek, así como los fondos de las bibliotecas personales de grandes personalidades de Weimar como los poetas Achim y Bettina von Arnim, el filósofo Friedrich Nietzsche o el músico Franz Liszt.
La Biblioteca privada de Goethe también es administrada por la Anna Amalia Bibliothek pero está fuera del edificio, en una de las casas del autor de Fausto.
Hay ejemplares perdidos en el incendio que se consideran irrecuperables. Otros, 3.300 en total, según datos del diario "Die Welt", que dedica hoy un suplemento de 26 páginas a la reapertura de la biblioteca, han sido reemplazados a través de la compra de otro ejemplar de la misma edición.
Al parecer, resulta especialmente difícil recuperar libros publicados antes de 1850. Un equipo que trabaja desde 2005 buscando ejemplares que puedan reemplazar libros perdidos, ha constatado que muchos de los volúmenes buscados no se encuentran en el mercado.
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