El embajador británico en El Cairo, James Watt, se reunió hoy con los líderes del partido de los Hermanos Musulmanes, vencedor en el inicio de los comicios egipcios, y aseguró que el Reino Unido "tratará con cualquier Gobierno elegido en Egipto".

Watt mantuvo un encuentro con el presidente y el secretario general del islamista Partido Libertad y Justicia (PLJ), Mohamed al Mursi y Saad el Katani, respectivamente, cuya triunfo en la primera fase de las elecciones legislativas ha despertado en algunos sectores el temor al avance islamista.

El diplomático explicó, según un comunicado difundido por el PLJ, que el Reino Unido quiere fortalecer su apoyo a Egipto y mantendrá relaciones con cualquier gabinete salido de las urnas, ya que "fue elegido por el pueblo".

Además, Watt aseguró que su país quiere ayudar a la economía egipcia, los programas de la lucha contra la corrupción y el sector de la enseñanza, entre otros.

Los primeros resultados oficiosos, anunciados ayer, apuntan a la victoria del PLJ con un 40 % de los votos en la primera etapa de las elecciones parlamentarias, celebrada los pasado 28 y 29 de noviembre.

En segundo lugar, se situaron los salafistas del partido Al Nur (musulmanes ultraconservadores) tras obtener el 20 % de los votos, seguidos de los liberales del Bloque Egipcio, con un 15 %.

Hoy mismo, el portavoz del PLJ Ahmed Subai aseguró a Efe que si su formación gana finalmente los comicios, "no va a trabajar sola, sino que tenderá la mano a las demás partes para superar la época de la transición democrática", sin precisar qué puntos de su programa serán prioritarios.

Mañana está previsto que se celebre en nueve provincias la segunda vuelta de la primera etapa de los comicios para cubrir 22 escaños, reservados a las listas abiertas y por los que competirán 104 candidatos, que no lograron los votos necesarios en la ronda inaugural.

La reunión entre Watt y los líderes del PLJ coincide con varios ataques contra legaciones británicas en la región, como la pequeña explosión registrada esta madrugada cerca de la embajada del Reino Unido en Baréin, o la agresión la semana pasada contra la sede en Irán, lo que ha desencadenado su cierre y la evacuación del personal.