Este artículo se publicó hace 16 años.
El relevo de la antorcha olímpica se completa en Pakistán sin incidentes
La antorcha olímpica concluyó hoy su recorrido por Islamabad entre grandes medidas de seguridad, en un evento a puerta cerrada para el público en el que no se ha registrado ningún incidente.
El complejo deportivo Jinnah, situado en el centro de la capital paquistaní, acogió una ceremonia en la que se desplegó un fuerte contingente de fuerzas de seguridad y a la que asistieron unos 8.000 invitados.
El primer ministro paquistaní, Yusuf Razá Guilani, mostró su agradecimiento a China por haber traído la llama olímpica al país y dijo que es "un gran orgullo para Pakistán haber podido participar del espíritu olímpico".
"La antorcha lleva un mensaje de armonía, paz, entendimiento y amistad", añadió Guilani durante la ceremonia, que fue retransmitida por los canales de televisión paquistaníes.
"China acogerá los mejores Juegos Olímpicos de la Historia", proclamó el primer ministro.
Por su parte, el presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, señaló que "la llama olímpica simboliza el espíritu global de armonía, a través del cual se conseguirá la grandeza".
"No puede haber ningún mensaje más poderoso que éste, especialmente en el momento en que nos encontramos", subrayó el presidente paquistaní.
Personalidades como el embajador chino en Islamabad, Luo Zhaohui, y 66 atletas fueron relevándose para transportar la llama.
La antorcha llegó a las inmediaciones del estadio escoltada por un vehículo protegido por comandos de elite de la policía y los relevistas la llevaron a lo alto de una carroza tirada por caballos, desde la que se lanzaron globos con los colores de los aros olímpicos.
El evento dejó la incómoda imagen de Musharraf sujetando la antorcha junto a Guilani, recién elegido jefe de Gobierno en Pakistán, quien esta mañana aseguró que el futuro del primero "será decidido por el Parlamento de acuerdo con la Constitución".
La Asociación Olímpica de Pakistán había decidido a última hora modificar el recorrido de la antorcha y reducirlo al estadio para evitar incidentes.
Pakistán prometió a China, fiel aliado en la región y de donde Musharraf regresó ayer, martes, de una visita oficial, que no sería tolerada ninguna manifestación contra las autoridades chinas, tal y como ha ocurrido en ciudades como San Francisco, Londres o París.
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