Renace la idea de crear dos entidades andaluzas

Las cajas de ahorro andaluzas esperan impacientes a la semana próxima. Una vez pasadas las elecciones europeas, se empezarán a despejar las incógnitas de su destino, marcado por el futuro de la cordobesa Cajasur, propiedad de la Iglesia Católica. Con una caída del beneficio del 90% en el primer trimestre y una morosidad del 6,55% (casi dos puntos más que la media nacional) y subiendo, su rescate se ha vuelto urgente.

Los planes de la Junta de Andalucía y las entidades financieras para reorganizar el sector han saltado por los aires y las reticencias a un proceso de fusiones por parte de las autoridades locales de las ciudades donde están las sedes de cada caja se han disipado. En este contexto, todo apunta a una fusión de Cajasur, tercera entidad regional, con la primera, la malagueña Unicaja.

La crisis de Cajasur, propiedad de la Iglesia, ha forzado el acercamiento

"Hasta ahora no ha habido conversaciones serias con nadie", dice uno de los gestores de Cajasur, "sólo negociaciones de pasillo entre los presidentes, que se reúnen varias veces al mes en la Federación Andaluza de Cajas o en el consejo de su banco común, el Banco Europeo de Finanzas". Según esta fuente, en principio habría más solapamiento de su red comercial con la de Unicaja que con la de Cajasol, pero "eso habría que estudiarlo a fondo y ni siquiera se ha empezado" dice.

Vuelve a tomar cuerpo el viejo esquema de dos grandes entidades andaluzas, una occidental liderada por la sevillana Cajasol, y otra oriental, por la malagueña Unicaja. Ayer lo recordó su presidente, Braulio Medel, al afirmar que la concentración es un "propósito" que "ya fue expresado en 1988" con la fusión de cinco entidades que dio lugar a Unicaja. "Y las circunstancias no han aconsejado revisar ese planteamiento estratégico", añadió.

Una vez aclarado el futuro de Cajasur, dice un alto cargo de la Junta, se podrá retomar la idea de trabajar hacia una mayor integración de las futuras caja oriental y occidental. El nuevo presidente andaluz, José Antonio Griñán, quiere aplicar el sistema recién adoptado por cuatro cajas rurales valencianas y la andaluza Cajamar, que han integrado sus balances, manteniendo cada una sus órganos de gobierno y plantillas.