Este artículo se publicó hace 16 años.
La renuncia de Castro es vista como una posibilidad para la democracia en Cuba
La renuncia de Castro a la Presidencia de Cuba, hecha pública hoy, es recibida como una posibilidad para abrir un proceso que lleve a establecer una verdadera democracia en el país.
Tanto desde el Gobierno, como desde los principales partidos y de la disidencia cubana en España expresaron su satisfacción por la decisión de Castro, que consideran una buena noticia.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, ha asegurado que el Gobierno acompañará, ayudará y hará "todo lo posible" para que el futuro sea "el mejor posible para todos los cubanos", a quienes corresponde "decidir su futuro".
Se ha referido a una visita a Cuba hace un año, en la que apreció que se había iniciado una nueva etapa y que era un momento diferente.
Para el de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, es una buena noticia si supone el comienzo de un proceso de democratización en Cuba "que todo el mundo desea", especialmente "los españoles, por nuestras especiales y buenas relaciones con el pueblo cubano".
El de Defensa, José Antonio Alonso, ha deseado que Cuba inicie cuanto antes una transición "ordenada y pacífica" hacia la democracia y que se dote de las características de un sistema democrático, con una Constitución y un reparto de poderes.
La secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez, ha afirmado que el Ejecutivo mantiene contacto "todo el tiempo" con la Embajada de España en La Habana.
El presidente del PP, Mariano Rajoy, también la ha calificado de "buena" noticia y ha manifestado que "ojalá sea el principio de la llegada de la democracia a Cuba".
En su opinión, el régimen cubano es un "auténtico anacronismo" porque ya no hay regímenes comunistas en el mundo, al tiempo que ha opinado "que es un país que tiene futuro, porque los cubanos son gente muy emprendedora y muy trabajadora y, por lo tanto, puede salir adelante muy bien".
El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, ha dicho que es una "gran noticia si va acompañada de apertura democrática" y ha anunciado que "desde España vamos a trabajar para que eso sea así".
Desde Estrasburgo, la secretaría de Política Internacional del PSOE, Elena Valenciano, ha manifestado su esperanza de que facilite "un proceso democrático" en la isla.
Su homólogo en el PP, Jorge Moragas, ha apostado por "un cambio de verdad", aunque "nada indica que estemos ante el detonante de una transición pacífica, sino ante la lamentable confirmación de que se consagre la dictadura hereditaria y la sucesión política de hermano a hermano", tras lo que ha pedido la inmediata liberación de todos los presos políticos cubanos.
El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, ha señalado que en su día los cubanos decidieron sobre "su revolución" y que ahora serán ellos quienes decidan acerca de "su evolución", un proceso en el que rechaza "injerencias", que son "inútiles y contraproducentes, como las de Estados Unidos o del Gobierno Aznar".
Los grupos de disidentes cubanos en España han expresado su relativa esperanza ante los cambios que se puedan producir en su país.
Carlos Payá, portavoz de su hermano el opositor Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación (MCL) y residente en la isla, opina que lo prioritario es que la Asamblea del Poder Popular comience a tomar una serie de medidas para facilitar el cambio.
Para el presidente de la Unión Liberal Cubana, Carlos Alberto Montaner, es "un paso positivo que después de casi 50 años de dictadura salga oficialmente del juego", aunque ha añadido que Fidel Castro "mantendrá su autoridad y su capacidad de frenar los cambios que el país necesita".
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