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Renunció al pago tras hundir Dexia

Directivos de bancos que tuvieron que ser rescatados cobraron millonarios bonus

DANIEL BASTEIRO

Axel Miller, expresidente de Dexia, pretendía cobrar 3,7 millones en concepto de salario y remuneraciones variables al dejar el banco. Cuando su petición salió a la luz, en octubre de 2008, el banco atravesaba por un momento tan malo como el actual. En su primer colapso, Dexia recibió 6.400 millones de ayudas públicas de Francia y Bélgica. No obstante, Miller tenía 'derecho, en caso de que Dexia rescindiese su contrato, a una indemnización igual a la compensación fija y variable y otros estipendios correspondientes a un período de 24 meses', según las reglas del banco.

Tanto el primer ministro como el titular de Finanzas consideraron 'escandalosa' la compensación y Miller acabó renunciando voluntariamente a ella. La Caisse de Depots francesa, el banco público que rescató parcialmente a Dexia, aseguró que de todos modos se opondría a que la entidad reflotada pagase pluses a su exresponsable gracias al apoyo del dinero de sus contribuyentes.

Tras la caída de Dexia fue el turno de Fortis. Gilbert Mittler, exjefe financiero del banco, fue reemplazado y pasó a ser un consejero externo. Por su rescisión de contrato, Mittler recibió cuatro millones pese a los rumores sobre la solvencia de la entidad. Parte de sus estipendios se debían al bonus por la compra de ABN Amro. Dos meses después del cambio de puesto de Mittler, se produjo el colapso de Fortis, que fue rescatada por los Gobiernos de Holanda y Bélgica y troceada después. La compra de ABN Amro fue considerada una de las causas de la caída de Fortis. Antes de ser nacionalizada, la entidad repartió bonus para 52 directivos.

Al escándalo le siguió el anuncio inmediato del Ejecutivo de endurecer la legislación contra los llamados 'paracaídas dorados' y bonus.

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