Este artículo se publicó hace 15 años.
Repsol-YPF y el Gobierno de Ecuador firmarán un nuevo contrato en marzo
La petrolera hispano-argentina Repsol-YPF alcanzó con el Gobierno ecuatoriano un acuerdo para formalizar un nuevo contrato el próximo marzo, informaron ayer a EFE fuentes diplomáticas españolas.
El anuncio de la resolución del problema que ha mantenido en vilo a la petrolera con el Gobierno ecuatoriano se ha hecho en coincidencia con la visita que inició hoy el ministro español de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, que se entrevistó con el presidente de Ecuador, Rafael Correa.
Según las fuentes, el acuerdo se ha conseguido en el "marco de la cooperación" entre ambos países y después de una nueva negociación entre Repsol y el Gobierno ecuatoriano.
El gobierno de Ecuador había iniciado acciones de coactiva -que podrían suponer la incautación de bienes por la cuantía que debería pagar- contra Repsol-YPF, por una deuda relacionada con impuestos sobre ganancias extraordinarias en la explotación de petróleo.
El conflicto entre Ecuador y Repsol se abrió en 2007, pocos meses después de la llegada a la Presidencia de Correa y de su anuncio de que se debían revisar los contratos de las grandes petroleras extranjeras para equilibrar sus ganancias con las del Estado.
La Administración de Correa estableció el cambio de los contratos con las petroleras de los actuales de participación a otros de prestación de servicios.
Según Correa, las petroleras Repsol-YPF y la francesa Perenco deben unos 800 millones de dólares (625 millones de euros) por impuestos sobre las ganancias extraordinarias obtenidas por la explotación de crudo en el país.
"Nos deben como 800 millones (625 millones de euros) en impuestos de las ganancias extraordinarias", dijo el pasado sábado Correa, al tiempo de indicar que, "con Ecuador, no se juega, menos con el Gobierno de la revolución ciudadana, ya nuestra patria no es la 'banana republic', ni el patio trasero de nadie", puntualizó.
Indicó que las compañías han mandado una propuesta de pago "de cerca de los 800 millones de dólares (625 millones de euros) que nos deben. Se ve que sólo actúan en base a la presión. No voy a dar marcha atrás", apuntó.
Moratinos, que hoy se reunió con una representación de las empresas españolas en Ecuador, reconoció que se había hablado de Repsol y que, de ello, había hablado también con su homólogo ecuatoriano, Fander Falconí.
Pero el anuncio se ha producido también después de la entrevista que el titular español de Exteriores mantuvo con el presidente Correa.
El Gobierno español, había indicado previamente Moratinos, quiere "que los inversores españoles vengan a Ecuador, que tengamos el mejor nivel de relaciones, crear las condiciones" con el fin de que "luego la empresa y las autoridades competentes encuentren una solución".
Fuentes de la delegación española que acompaña a Moratinos explicaron a EFE de que se trataba de ejercer entre ambas partes la interlocución y la facilitación para resolver el problema, no entrar en la negociación.
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