Este artículo se publicó hace 15 años.
Rescatados los primeros cadáveres del vuelo de Air France
Los cuerpos de dos hombres fueron localizados a 900 kilómetros de la isla de Fernando de Noronha. Junto a estos dos cadáveres también se recogieron varios objetos personales de los pasajeros y una butaca del avión.
El Ejército brasileño confirmó ayer el rescate de dos cuerpos de pasajeros del vuelo AF-447 de Air France, que desapareció el pasado domingo en medio del Atlántico. Se trata de los cadáveres de dos hombres, junto a los que se halló también un asiento azul con el mismo número de la aeronave, así como efectos personales.
Según informa el diario o Globo, los cuerpos de dos hombres fueron localizados a 900 kilómetros de la isla de Fernando de Noronha y a casi 70 del lugar donde el Airbus lanzó su última señal de alarma. Junto a estos dos cadáveres también se recogieron varios objetos personales de los pasajeros: una maleta con una identificación de Air France, una mochila y una butaca del avión del mismo color azul que utiliza la empresa francesa, con el número de serie 237011038331-0.
Tres peritos y un experto en análisis de impresiones digitales de la Policía Federal brasileña llegaron ayer a Pernambuco para ayudar a la identificación de los cuerpos. La Aeronáutica brasileña ha anunciado que los objetos encontrados podrían no corresponder
a los pasajeros.
Poco se ha avanzado en lo que respecta a las posibles causas del siniestro. Lo que sí parece cada vez más claro es que aquel día, las condiciones meteorológicas no eran particularmente excepcionales.
El diario Folha de São Paulo publicó ayer que uno de los mensajes automáticos enviados por el Airbus desaparecido mostraba que el timón de la aeronave, una pieza esencial para el vuelo, se había quebrado. Sin embargo, la revista Veja lo negaba, aclarando que el mensaje indicaba: “Fallo en la limitación de control de la avegación del timón”.
Según el semanario, el director de la Oficina de Investigaciones y Análisis (BEA), Paul-Louis Arslanian, explicó que esto no quiere decir que el timón estuviese inoperante, sino que la navegación estaba en ese momento enteramente en las manos del piloto. Y, al no contar este con la ayuda del computador de a bordo para corregir eventuales manipulaciones bruscas, se hacía necesario pilotar con cuidado para no hacer inútil el timón.
Durante el día de ayer, una flota de aeronaves brasileñas, francesas y una norteamericana, lideradas por la Fuerza Aérea Brasileña, prosiguió con las tareas de rastreo. Era ya el sexto día de búsqueda.
El mal tiempo volvió a entorpecer la operación. La lluvia y la baja visibilidad dificultaban el rastreo. Los meteorólogos creen que la situación climatológica mejorará a lo largo del día de hoy, según el director del Departamento de Control del Espacio Aéreo, el brigadier Ramon Borges Cardoso.
En total, una docena de aeronaves están movilizadas en Natal y en la isla de Fernando de Noronha, al Nordeste de Brasil, además de tres navíos y un helicóptero de la Marina. Se espera que hoy se incorporen a los trabajos otros dos navíos brasileños, así como un submarino militar francés.
Aeronáutica admitió ayer que había perdido la localización de los restos que habían sido avistados en el Atlántico. El brigadier Cardoso explicó que ocurrió porque se dio prioridad a la búsqueda de supervivientes o de cuerpos de los pasajeros. Cardoso enfatizó que las posibilidades de hallar sobrevivientes son mínimas.
El Ejército brasileño cree que hay probabilidades de que aparezcan restos del avión desaparecido. Aeronáutica indicó ayer que no existe ninguna previsión para que se ponga fin a las tareas de búsqueda.
“Estamos poniendo todo el empeño en encontrar cualquier objeto procedente del vuelo 447 para así colaborar con los investigadores franceses”, explicó Cardoso.
Arslanian ilustró la dificultad que están encontrando los equipos de rescate para encontrar las cajas negras del Airbus 330-200 de Air France con una analogía: “Es como buscar dos cajas de zapatos perdidas entre las montañas de los Alpes”.
Acoplados a las cajas negras se encuentran unos pequeños dispositivos que emiten señales de localización durante los 25 días siguientes y pueden ser captados a 3.000 metros de distancia. Las esperanzas de encontrarlas son escasas. Con todo, Francia envió en su busca un nuevo submarino nuclear este fin de semana.
El Tribunal de París anunció que, a petición del Ministerio Público, ha abierto una investigación por homicidio culposo en torno al accidente. La investigación no se dirige contra nadie en concreto, sino que se trata de un trabajo de rutina que efectúan las autoridades francesas en caso de muerte de ciudadanos franceses en el exterior. El caso estará bajo la responsabilidad de la jueza Sylvie Zimmerman.
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