Este artículo se publicó hace 16 años.
El respaldo a la Agencia Mundial del Agua se debe plasmar con acciones de países
La creación de una Agencia Mundial del Agua como propone la recién aprobada Carta de Zaragoza es un debate que se remonta a 1992 pero que el director de la Oficina para la Década del Agua, Carlos Fernández-Jáuregui, cree que es una iniciativa que debe contar además con acciones concretas "en y de" cada país.
En declaraciones a Efe, Fernández-Jáuregui ha tratado de explicar la dificultad de un proceso cuyo debate se inició en Dublín en 1992, en una reunión en la que se aprobaron los principios de gestión de los recursos hídricos, pero que hasta la fecha no ha logrado que los países miembros de la ONU, que es de quienes debe partir la propuesta, se pongan de acuerdo para elevarla a la Asamblea General del organismo.
Su opinión personal como profesional es que existen trabas de diversa índole tanto políticas como económicas pero también porque "en muchos casos" falta información y concienciación sobre los grandes problemas del mundo y sus posibles soluciones.
Fernández-Jáuregui ha subrayado que el agua y el saneamiento es una de las grandes preocupaciones de la ONU y como muestra ha señalado la creación en el año 2000 del programa "UN-WATER" para que las veinticinco agencias especializadas de este organismo que tienen relaciones con el agua compatibilicen sus acciones, lo que derivó a su vez en la creación del Programa Mundial de evaluación de los recursos hídricos, con sede en París.
Este programa ha concluido hasta la fecha con dos informes: "Agua para todos. Agua para la vida", del que partió la creación de la Década Mundial del Agua 2005-2015, con sede en Zaragoza (España), con el mandato de informar, comunicar, compartir y desarrollar conciencia sobre los problemas de agua en el mundo para mejorar la gobernabilidad, y "El agua, una responsabilidad compartida", presentado en el IV Foro Mundial del Agua celebrado en México en 2006.
Además, desde 1992 los países, regiones y la sociedad internacional están discutiendo sobre la creación de la Agencia Mundial del Agua tanto en el ámbito político como científico con trabajos académicos en los que se plantea el rol de esta institución.
El responsable de la Oficina de la Década del Agua ha asegurado que cada Estado miembro tiene derecho a elevar propuestas para el mantenimiento de la paz y la seguridad, el primer postulado por el que se rige la ONU, por lo que si creen necesario un nuevo mecanismo especializado pueden hacerlo a través de la Asamblea General.
Si esto se decide supone que los países se comprometen a contribuir a través de su tesoro nacional a mantener este organismo, pero además implica la modificación del organigrama del organismo internacional y de la implicación de las veinticinco agencias especializadas, que tendrían que delegar su rol a la nueva institución.
"Son procesos que tienen unas reglas y unos mecanismos específicos" para que se lleve a cabo pero la decisión es "única y exclusiva" de los países miembros, ha subrayado Fernández-Jáuregui.
Según su opinión personal, el agua es un tema "tan importante" que se debería reflejar así tanto en los mecanismos de la ONU como en los propios países con decisiones similares, al tiempo que duda de que la demora en la solución se deba a problemas económicos.
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