Este artículo se publicó hace 17 años.
El responsable de las antigüedades egipcias desmiente que la Esfinge de Guiza esté en peligro
El secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades egipcio, Zahi Hawass, desmintió hoy que la Esfinge de Guiza esté en peligro, y en concreto que las aguas subterráneas puedan acabar destruyendo este simbólico monumento.
En una conferencia de prensa con motivo de las celebraciones por el centenario de la fundación del Instituto Arqueológico Alemán en El Cairo, Hawass reconoció que hay un problema de filtración de aguas, pero decir que la Esfinge se puede caer "es una insensatez".
Recordó que el monumento -que los árabes llaman "Abul Hul", o "el padre del terror"- se asienta sobre cuatro metros de roca que le dan un carácter casi indestructible, y que en el momento de su construcción los egipcios ya sabían que en la zona había filtraciones de aguas y las tuvieron en cuenta.
Sin embargo, también reconoció que las autoridades han decidido intervenir en el canal de Mansuriya, paralelo al Nilo y muy cercano a la meseta de las Pirámides, para desviar su curso en este punto y evitar así una de las fuentes de agua en la zona, aunque añadió que "no está claro" el origen del agua que se filtra en la zona de la Esfinge.
Hawass criticó a quienes están aireando este problema, "gente sin preparación científica a los que mueve el deseo de fama", sin citar el nombre de Basam al Chamaa, que ha creado una página web, con fotos de apoyo, en la que asegura que por culpa de las aguas la Esfinge corre el riesgo de desaparecer a medio plazo.
Por otra parte, el responsable de conservación de las antigüedades desveló una nueva campaña de su Gobierno para recuperar, al menos temporalmente, algunas de las piezas más emblemáticas de la arqueología egipcia que hoy se encuentran en museos extranjeros, como la piedra Rosetta o el busto de Nefertiti, por citar los dos más conocidos.
El Gobierno de El Cairo ha pedido al Museo Egipcio de Berlín el busto de Nefertiti para exhibirlo durante tres meses "dentro de dos años", con ocasión de la inauguración de un nuevo "Museo del monoteísmo" en la ciudad de Minya, que incluirá los restos del faraón Akenatón, el esposo de Nefertiti.
Sin embargo, reconoció que los interlocutores alemanes solo se han comprometido a formar un comité para estudiar el asunto, mientras que los miembros de la representación alemana invitada al acto no quisieron hacer mención alguna al tema.
En cuanto a las otras piezas, reclamadas a los museos del Louvre en París, el British Museum de Londres y el Museo de Bellas Artes de Boston, el Gobierno egipcio ha recibido hasta ahora negativas o requerimientos sobre la seguridad en que esas piezas pueden ser transportadas y exhibidas.
Todas estas piezas "que pertenecen a Egipto" -afirmó Hawass- solo son pedidas para exhibirlas temporalmente con ocasión de la inauguración del nuevo Museo Egipcio, que según él se inaugurará en 2012 "y contará con los mejores sistemas de tecnología y seguridad".
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