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"Retrasar la jubilación es una idea equivocada"

Antonio Gutiérrez. Presidente de la Comisión de Economía del Congreso

MIGUEL ÁNGEL MARFULL

Antonio Gutiérrez (Orihuela, Alicante, 1951) prefiere la discreción a los titulares y dosifica con cuidado sus reflexiones. Lideró CCOO durante 13 años y hoy preside la Comisión de Economía del Congreso, un observatorio en el que la crisis es la materia prima cotidiana.

¿Cómo encaja un sindicalista enrolado en el grupo que apoya al Gobierno la cifra del paro?

Yo no ejerzo de ex. La situación de país me inquieta como al que más. Aun así, es la primera vez que ante una recesión tan grave tenemos un Ejecutivo que, en lugar de tirar contra los trabajadores, ha hecho justo lo contrario. Lo que está ocurriendo es consecuencia de un Gobierno del PP que exprimió un modelo de crecimiento que tenía los pies de ladrillo y dio la espalda al futuro. Ese futuro le ha estallado a un Ejecutivo de izquierdas.

¿Lo peor ha pasado?

Sinceramente, no. Lo peor es que permanezcamos mucho tiempo en ella, aunque no caigamos a mayor profundidad. Tal vez, lo que falta en el discurso del Gobierno es dirigirse a la gente que ha ganado mucho dinero en muy poco tiempo sin crear riqueza para el país. Hay que decirles que se acabó, que la vuelta atrás es tan imposible como indeseable. Hacerles saber que si sueñan en volver al negocio de siempre, a ganar mucho arriesgando poquísimo, se equivocan, y recordarles que el dinero del que dispone el Gobierno está para apoyar a empresarios emprendedores que estén dispuestos a cambiar un modelo ya agotado.

¿Ha trasladado esta reflexión al Ejecutivo?

Cuando el trueno de la crisis es tan ensordecedor se puede comprender que estas opiniones no lleguen de inmediato.

¿Qué opina de retrasar la jubilación hasta los 67 años?

Es consecuencia de ese tronar de los mercados. Es una propuesta inducida al calor de la grave situación que estamos viviendo y es equivocada e inoportuna.

¿Equivocada por qué?

Porque la clave de nuestro sistema de pensiones es el empleo y la productividad. La demografía no es la variable principal. El primer reto es la incorporación de más gente al mercado laboral y la mejora de los empleos. Por otra parte, nuestro sistema público sí está saneado. Detrás de las alarmas que se siembran recurrentemente sobre la inminente quiebra del sistema público de pensiones, siempre está el negocio inmediato de los que quieren fomentar planes privados. Creo que la propuesta está desenfocada y no es correcta. Lo más importante no es incrementar la edad de jubilación, sino aumentar el empleo. El sistema funciona, y es una irresponsabilidad ponerlo en cuestión.

¿Y por qué considera la propuesta inoportuna?

Es inoportuna, y en política lo no es oportuno se convierte en una inconveniencia. Cuando los agentes sociales acaban de suscribir un acuerdo por tres años que da una evolución cierta y moderada de los costes laborales, cuando han avanzado su disposición a zanjar en dos meses la reforma laboral, lanzar esta improvisación crea una onda expansiva que a quien da en primer lugar es a aquellos que están haciendo un trabajo más responsable para la situación económica española.

¿Están justificadas las movilizaciones?

Lo que estaría justificado es que el Gobierno, sin hacerse ningún haraquiri, hiciera un gesto aplazando sine díe estas propuestas para encauzarlas cuando corresponda, una vez despejados los acuerdos sociales en lo más urgente, que es la creación de empleo y la estabilidad de la economía. Hay momentos en los que se necesita más coraje e inteligencia para dar un paso atrás que hacia delante. No es un desdoro, al contrario.

¿Qué esperanzas tiene en un pacto contra la crisis?

Cuando veo las propuestas del PP, pocas. Su receta es estimular a los ricos con más riqueza y a los pobres con más pobreza. Según ellos, los ricos, siéndolo aún más, ya tendrían a bien invertir algo, y los pobres, estando todavía peor, se apretarán más el cinturón y se aplicarán mejor en trabajar sin importarles las condiciones. Lo que propone el PP es un pacto contra quienes viven y trabajan en España, estén o no en el paro, y es un pacto contra el futuro imprescindible que necesitaría encarar nuestro país.

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