Este artículo se publicó hace 16 años.
Una reunión entre políticos y millonarios sacude Reino Unido
Por Luke Baker
Un multimillonario ruso, un yate en el Mediterráneo, acusaciones de donaciones secretas y traición: todos los ingredientes que la prensa británica necesita para devorar la noticia.
Un destacado político de la oposición ha admitido las acusaciones de un viejo amigo respecto a que se había reunido con el hombre más rico de Rusia en su yate en el Mediterráneo.
El portavoz jefe de economía del Partido Conservador, George Osborne, dice que no ha hecho nada ilegal.
Pero la admisión de que se reunió con Oleg Deripaska varias veces el pasado agosto, entre ellas una en su yate, ha revivido una imagen del elitismo que los conservadores llevaban tiempo intentando ocultar.
Las reuniones las sacó a la luz un viejo amigo de Osborne de sus tiempos en la universidad de Oxford, cuando ambos eran miembros del club Bullingdon, una especie de sociedad gastronómica de élite.
Nathaniel Rothschild, heredero de una fortuna de 1.500 millones de dólares y que ayudó a cerrar las reuniones en la isla de Corfú, dice que Osborne las usó para intentar lograr un gran donativo de Deripaska para el partido.
Osborne niega que pretendiera esa donación, que hubiera sido ilegal al tratarse de un ciudadano extranjero, pero ha confirmado el resto de la versión de Rothschild.
Rothschild desveló las reuniones en una carta remitida al diario Times, aparentemente irritado con que Osborne hubiera dado detalles a la prensa de conversaciones que había tenido lugar en el yate con otro invitado, Peter Maldenson, destacado político laborista.
Rothschild, que también es amigo de Mandelson, creyó que Osborne violó un código no escrito al revelar lo que se dijo en privado.
"Quizás en el futuro sería mejor si todos los implicados aceptaran el viejo dicho de que las reuniones privadas son eso, privadas", dijo Rothschild en una carta desde su casa de Suiza.
"No es aconsejable que los partidos políticos intenten sacar provecho a expensas de otros en tales circunstancias", añadió.
Sin embargo, al exponer la presencia de Osborne en el yate, Rothschild también hizo acusaciones sobre lo que Osborne estaba haciendo allí, sacando el tema de las donaciones políticas.
"Estoy sorprendido de que se centren en el hecho de que uno de mis invitados, Peter Mandelson, sea amigo de otro, Oleg Deripaska. Ni una sola vez en su cobertura mencionan que George Osborne, quien también aceptó mi hospitalidad, hallara la oportunidad para solicitar una donación", escribió.
Las palabras de Rothschild generaron una tormenta en los periódicos del miércoles, que pedían conocer qué ocurrió realmente en el yate.
The Financial Times dijo que el error de Osborne fue romper un código de silencio sobre las reuniones privadas.
"Ayer, el señor Rothschild se vengó", dijo el periódico.
Las repercusiones del escándalo son difíciles de sopesar, pero llegan en un momento en el que los conservadores intentan atraer a los votantes de la clase trabajadora.
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