Este artículo se publicó hace 16 años.
Revilla, un topo en Palacio
El presidente cántabro desvela que Ibarretxe brindó por España en la cena
Desde la boda de los príncipes de Asturias, Miguel Ángel Revilla, presidente del Gobierno de Cantabria, se ha convertido en un cronista social de lo que pasa puertas adentro de Palacio, donde ya no llegan las cámaras. Y lo hace a cara descubierta, ante los medios de comunicación, algo que después le genera más de un dolor de cabeza.
Tras acompañar al rey en la cena con motivo de su 70 cumpleaños en el Palacio de El Pardo, desayunó ante los micrófonos de la cadena Ser, donde no dudó en narrar los que para él fueron los momentos más significativos de la velada.
Gracias a haber estado ubicado en una mesa muy próxima a la de Ibarretxe, pudo comprobar cómo el lehendakari "aplaudió con aparente entusiasmo" todos los discursos. "Incluso cuando se brindó por España, que también lo hizo. También le vi levantar la copa", añadió.
También tuvo ojos para Santiago Carrillo que, según su relato, no dudó en fumar nada más entrar en el salón, donde no se fumaba. "Creo que está por encima del bien y del mal, lo encendió (el cigarrillo) nada más llegar, nadie le dijo nada".
Protocolo
Además de alabar el discurso del príncipe ("Vi yo que al rey se le cayeron las lágrimas"), aplaudió la forma en la que las mesas estaban distribuidas. Y es que resulta "muy desagradable" compartir el tiempo "con quien te llevas mal charlando de vaguedades". No obstante hubo una mesa en la que la situación se intuía "tirante": la que ocupaban los príncipes, Rajoy e Ibarretxe, entre otros.
El lehendakari Ibarretxe respondió ayer a su homólogo cántabro. Aseguró que siempre "hay que mantener las formas" y que "el pueblo vasco es educado".
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