Este artículo se publicó hace 13 años.
La revolución feminista que consiguió calar en Sol
Silvia Rodríguez, socióloga de 28 años
"La revolución será femenina o no será". Con este lema se instalaron las feministas en su correspondiente stand de la acampada en la puerta del Sol de Madrid. Silvia Rodríguez, socióloga de 28 años que ya colaboraba con anterioridad al 15-M en organizaciones femeninas y LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales), no se lo pensó dos veces a la hora de unirse al movimiento.
"Vivo al lado de la plaza y, después del primer desalojo, cuando descubrí que los ciudadanos no tienen derecho a manifestarse pacíficamente, empecé a colaborar llevando todo lo que podía", explica. Después, se reunió con sus amigas y decidieron crear el grupo de trabajo. Aunque al principio fue duro llegar a las conciencias de los acampados, al final consiguieron incluso que en las asambleas todos utilizaran un lenguaje inclusivo y sin "micromachismos". "Recuerdo lo duro que fue cuando un bruto nos arrancó nuestro primer cartel. Pero también recuerdo cómo conseguimos entre todas empezar un trabajo pedagógico y conseguir un hueco en el 15-M", relata Silvia.
Ahora confía en que el movimiento continúe, aunque camine lentamente. "No entiendo a quienes piden que reflexionemos en un mes lo que los políticos no han reflexionado en años", critica. Y opina que tiene que seguir así, "sin líderes". "El 15-M no es una marca. El 15-M somos todos, debatiendo, pensando, proponiendo...", concluye.
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