Este artículo se publicó hace 13 años.
El rock y el sonido 'Motown' se quedan huérfanos
Jerry Leiber, autor de 'Hound dog', y el letrista Nick Ashford fallecieron ayer
El día que Jerry Lieber conoció a Mike Stoller en 1950 cambió la historia de la música. Lo mismo se puede decir del momento en el que se unieron Nicholas Ashford y Valerie Simpson en 1963. Los primeros fueron los creadores de canciones emblemáticas del rock como Hound dog o Spanish Harlem en una época en la que aún no existía el rock and roll. Los segundos se encargaron de definir el famoso sonido de la compañía Motown con letras que se convirtieron en himnos generacionales. Un par de ejemplos: Ain't no mountain high enough, interpretada por Marvin Gaye y Tammi Terrell en 1966, y Surrender, hit del disco homónimo de Diana Ross en 1971.
La casualidad hizo que ayer Leiber y Ashford fallecieran y dejaran huérfanos a dos estilos musicales que marcaron las últimas décadas del siglo XX.
La historia de ambos compositores norteamericanos entronca curiosamente con el desarrollo social de Estados Unidos. Leiber era una chico blanco de Baltimore nacido en 1933 que junto al pianista Mike Stoller empezó a bucear en los sonidos de la América negra en los años cincuenta. Era una época en la que sonaban el R & B, el jazz y el country. Ambos hicieron una mezcla musical y racial y crearon el rock and roll, elevado a icono popular gracias a las interpretaciones de Elvis Presley (Jailhouse rock), The Drifters (There goes my baby) o Ben E. King, junto a quien Lieber escribió la popular Stand by me. El compositor supo llevar a las letras de su canciones esa América callejera que ya había atravesado el periodo post II Guerra Mundial y veía surgir una juventud que quería divertirse, bailar y romper con los prejuicios xenófobos y puritanos que aún anegaban la mentalidad del país. En las décadas de los sesenta, setenta y ochenta Leiber y Stoller aún conseguirían éxitos como I am a woman, cantada por Peggy Lee y Ruby Baby, con Donald Fagen.
Nick Ashford, nacido en Fairfield, (Carolina del Sur) en 1942 continuó el camino emprendido por Lieber llevando a los cantantes negros de la Motown a los primeros puestos de las listas de ventas. Años después del discurso de Martin Luther King y ya casado con Valerie Simpson, ambos formaron un potente equipo como productores y compositores con canciones para Aretha Franklyn (Cry like a baby) y Ray Charles (I don't need no doctor) en los sesenta y para los grupos de chicas que empezaban a despuntar en los setenta como The Supremes. De hecho, la carrera de Diana Ross, una auténtica llena-pistas e inductora de la música disco está jalonada por las letras de Ashford y Simpson.
La pareja también tuvo cierto éxito como intérprete. Su mayor éxito fue Solid, en 1984, aunque nunca dejaron de lado su oficio de letristas con hits como I'm every woman, que interpretó por primera vez Chaka Khan en 1978 y que regresó a las pistas en 1992 de la mano de Whitney Houston y la película El guardaespaldas. Como curiosidad, fue la sintonía del programa de Oprah Winfrey durante años.Otro dato interesante es el sample de Ain't no mountain high enough utilizado por Amy Winehouse para Tears dry on their own, single incluido en el disco Black to Black de 2007.
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