El francés Jacques Rogge fue reelegido el viernes para un segundo período al frente del Comité Olímpico Internacional (COI) hasta 2013.

Rogge, único candidato al cargo, sucedió en 2001 al español Juan Antonio Samaranch como octavo presidente del COI desde que la organización fue fundada en 1894, dos años antes de los primeros Juegos Olímpicos de la era moderna.

"Hemos logrado mucho juntos. Estoy orgulloso de nuestro historial de logros en los últimos ocho años", dijo Rogge tras obtener 88 del total de los 92 votos. Hubo un voto en contra y tres abstenciones.

"Continuaremos realizando Juegos extraordinarios, protegeremos y fortaleceremos nuestros valores. Seremos aliados incondicionales de los atletas y continuaremos la lucha contra el dopaje", agregó.

Tras el periodo de 21 años de mandato de Samaranch, se decidió que los presidentes del COI sólo puede estar en el cargo un máximo de 12 años, con un plazo de ocho años en su primer mandato y cuatro en el segundo.

Rogge se hizo cargo del COI en un momento delicado, cuando la organización quedó muy dañada por el escándalo de corrupción de los Juegos de Invierno de Salt Lake City de 2002, donde se descubrió la realización de sobornos a cambio de los votos de los miembros.

Varios miembros del COI fueron expulsados y otros sancionados en un tema que dañó la credibilidad de la organización.

El COI ha firmado numerosos acuerdos que elevan los ingresos del organismo a una cifra récord durante el mandato de Rogge, que también ha sabido capear la crisis económica.

"Estamos en una buena posición, con una fuerte unidad dentro del COI", dijo Samaranch durante la sesión de la organización.

"Seremos más importantes en el futuro", agregó, felicitando al belga.

Rogge ha mantenido una firme postura contra el dopaje en el deporte, pidiendo condenas más severas y mayores pruebas para acabar con las drogas ilegales, que en varias ocasiones han manchado los Juegos Olímpicos.