Romances declamados a favor de la República

Con sus romances clamando las virtudes de la República y los defectos de la democracia actual, José Olivares, jubilado -"pero universitario"- de 69 años, ponía siempre la nota de color en las asambleas de Sol. Ese era su modo particular de dar voz a sus propuestas de reforma, entre las que se encuentran "el cambio de la Ley Electoral, un "parcheo" a la Constitución y la celebración de referendums "para que los ciudadanos decidan sobre las leyes que los gobiernan".

Así, con "energía, ilusión y ganas de vivir, porque la edad no está en el DNI", José acudía con frecuencia a "conversar" en Sol. Conoce bien el movimiento, del que resalta su "espontaneidad y heterogeneidad". Él vivió su máximo esplendor en su primera semana: del 15 al 22 de mayo. "He hablado con gente de todas las edades e ideologías. Esos días no se veía ni un centímetro de asfalto libre en la plaza y fue cuando los políticos se acojonaron, con perdón -se disculpa- porque descubrieron que el pueblo había reaccionado".

Él, que se define como "un idealista" y continúa acudiendo a manifestaciones y asambleas de barrio, cree que "la lucha por la justicia" del movimiento tiene futuro. "No me cabe la menor duda de que todos unidos podemos cambiar el mundo", exclama. "El 15-M ya ha cambiado la cultura política del país. Ahora la gente mirará los programas de los partidos con lupa y eso ya es muy importante", concluye.