Este artículo se publicó hace 15 años.
Van Rompuy asume la presidencia de la UE con el reto de fortalecer su liderazgo
El ex primer ministro belga, Herman Van Rompuy, asumirá mañana oficialmente el cargo de primer presidente estable del Consejo Europeo, con el reto de fortalecer el liderazgo del continente en el mundo.
Elegido el 19 de noviembre pasado por los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete y oficialmente nombrado el uno de diciembre, con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa; Van Rompuy no ostentará oficialmente su cargo hasta mañana, con el comienzo del nuevo año.
El político belga estará en ese puesto durante los próximos dos años y medio (aunque el mandato es renovable una vez), con el cometido de dirigir y animar las reuniones de los líderes, asegurar su preparación y continuidad, facilitar el nunca sencillo consenso, y representar a la Unión ante otros líderes mundiales, según dice el tratado.
Van Rompuy ya ha enumerado algunas de las prioridades que gobernarán este periodo como la lucha contra el cambio climático, el incremento de la seguridad, una mejora de la justicia y, especialmente, hacer frente a los objetivos económicos: superar la crisis y marcar la agenda de reformas para los próximos 20 años.
Van Rompuy comenzó el uno de enero una gira oficial que le ha llevado desde París a Madrid, pasando por Milán, los países bálticos, Londres, Ljubljana, Sofía, Copenhague y Luxemburgo para comenzar a recoger los puntos de vista de los líderes sobre estos temas.
"Mi primera prioridad ha sido hablar con mis colegas del Consejo Europeo", ha explicado Van Rompuy en este sentido.
Van Rompuy se volverá a encontrar con el jefe del Ejecutivo de España, José Luis Rodríguez Zapatero, el próximo día 8, de cara al inicio de la Presidencia española de turno de la UE, también mañana; y durante la cual, Zapatero y Van Rompuy deberán trabajar estrechamente.
Además Van Rompuy deberá afrontar dos objetivos: definir los contornos de su nuevo cargo más allá de lo estipulado en el tratado, al ser la primera persona en ocuparlo; y fortalecer el liderazgo de la UE en el mundo.
"La UE está en el camino de cosechar los beneficios del Tratado de Lisboa, entre ellos unas instituciones más efectivas que sean capaces de proporcionar resultados para los ciudadanos y ser capaz de ocupar el peso que le corresponde en la escena internacional", dijo el propio Van Rompuy en un comunicado enviado ayer por la presidencia de turno de la UE, ocupada todavía por Suecia.
Van Rompuy también ha declarado su intención de fortalecer el Consejo Europeo, una de las cuatro instituciones políticas reconocidas por el nuevo tratado (las otras son la Comisión Europea, el Consejo de Ministros y el Parlamento Europeo), y que reúne al menos una vez cada tres meses a los gobernantes de los estados miembros de la Unión.
De hecho, aunque popularmente se le conocerá como "el presidente de la UE", Van Rompuy sólo será "presidente del Consejo Europeo".
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