Este artículo se publicó hace 15 años.
Rouco prepara otra concentración de las familias en Navidad
Pretenden mantener un perfil mucho más bajo en sus críticas al Gobierno
Jordi Bes
La primera piedra de toque para analizar el impacto de la división entre los grupos provida llegará el próximo 27 de diciembre. Ese día se celebrará en Madrid una nueva Eucaristía en defensa de la familia, convocada por el Arzobispado de Madrid que, en esta ocasión, tratará de controlar algunos de los excesos verbales de sus protagonistas. Se trata, en definitiva, de mantener un "perfil bajo" en las críticas a un Gobierno que se perfila como herramienta indispensable para el éxito de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que tendrá lugar en 2011 y traerá a Madrid al Papa y a más de dos millones de personas.
Así, en los próximos días, el cardenal Rouco Varela convocará la tercera concentración en defensa de las familias cristianas. La cita será el último domingo del año en el centro de Madrid. A diferencia de otros años (en 2007 estuvo organizada casi en exclusiva por Kiko Argüello y en 2008, ya fue la diócesis quien tomó las riendas del evento), la de 2009 tendrá un carácter menos reivindicativo y menos crítico contra el Ejecutivo socialista.
Evitar la politizaciónAdemás, y teniendo en cuenta que en Navidad las obras de la plaza de Colón no habrán finalizado, el arzobispado baraja la posibilidad de habilitar el espacio de la plaza de la Cibeles para celebrar la concentración. De este modo, los responsables episcopales podrían comprobar in situ la capacidad de este foro, que acogerá en agosto de 2011 la misa de acogida a Benedicto XVI, así como múltiples actos de la JMJ.
Durante varias semanas, se barajó la posibilidad de no celebrar este evento, sobre todo después del malestar que la primera de estas concentraciones provocó en el Gobierno y en importantes sectores eclesiales. En aquella ocasión, los organizadores desconocían qué iba a decir cada obispo y el acto estuvo muy politizado. Se convirtió, de hecho, en un auténtico pulso de la jerarquía eclesiástica al Ejecutivo de Zapatero.
El año pasado volvió a celebrarse la Eucaristía, pero ya hubo cierto control sobre el contenido de los discursos. Sin embargo, la celebración de la "fiesta de la familia" responde a un empeño personal de Rouco. Fuentes episcopales, además, recordaron que 2009 es el Año de la Vida y la Familia, con lo que resultaría muy extraño que no se celebrase el evento.
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