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Rubalcaba: "La disyuntiva de ETA es dejarlo o dejarlo"

El 'comando' desarticulado y adiestrado por el jefe militar de la banda, Jurdan Martitegi, preparaba ya un atentado

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, cerró ayer de nuevo la puerta a que pueda darse otro proceso de paz en el futuro: “Es el pasado y el pasado nunca vuelve. La disyuntiva no es diálogo sí o no. La disyuntiva de ETA es dejarlo o dejarlo. O lo deja porque lo decide, o lo deja porque nosotros obligamos a la banda a dejarlo”.

Rubalcaba hizo esta declaración en una comparecencia convocada para valorar la “brillante operación” policial que, el sábado, condujo a la captura en Francia del supuesto jefe militar de la banda, Jurdan Martitegi, –sucesor de Garikoitz Azpiazu, Txeroki, y Aitzol Iriondo–, así como a la posterior desarticulación en Euskadi del segundo comando de legales –no fichados por la Policía–, en tan sólo medio año. “Parece que los comandos legales son una estrategia consolidada en ETA, pero les detenemos igual que a los liberados”, se felicitó.

El ministro del Interior pronunció estas palabras al mediodía, mientras continuaban en Vitoria los registros dentro de la operación policial llevada a cabo por la Policía Nacional, en coordinación con agentes de la Subdirección Antiterrorista de Francia y de la Policía Judicial gala.

El número de detenidos asciende por ahora a nueve. La caída el sábado de Martitegi, del liberado Gorka Azpitarte -con documentación falsa a nombre de Mikel Oroz- y de Alex Uriarte, miembro legal y presunto cabecilla del comando desarticulado, precipitó primero la detención en Vitoria y Otxandio (Álava) de otras tres personas supuestamente relacionadas con ese talde: Asier Ortiz de Guinea, Olaritz Arakama e Igor García. A medianoche, la Policía Nacional detuvo en Bilbao a Sergio Bravo, y ya de madrugada, a Jonathan Guerra, en la capital alavesa, y a Gorka Iriarte, en Errenteria (Guipúzcoa).

El ministro del Interior se mostró convencido de que el comando desarticulado estaba preparando la comisión de un atentado. Preguntado sobre la posibilidad de que el objetivo del mismo fuera el próximo Gobierno vasco de Patxi López, tras la reciente amenaza de ETA en su comunicado del pasado domingo, Rubalcaba dijo que se trata de una “hipótesis geográfica”, por el hecho de que cuatro de los nueve detenidos estuvieran en Vitoria. “Plantea una hipótesis que la Policía tiene en la cabeza después de las amenazas de ETA, pero en este momento no pasa de ser una hipótesis”, agregó, a la vez que agradecía la colaboración de Francia en la lucha antiterrorista. También el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, felicitó a las fuerzas de seguridad y aseguró que la lucha contra ETA es “imparable” .

Según el relato de los hechos del ministro del Interior, la operación comenzó con un seguimiento a Alex Uriarte, supuesto cabecilla del comando y sobrino del histórico de ETA Eloy Uriarte Díaz de Guereñu, Señor Robles. El presunto miembro legal de la banda partió en coche desde Vitoria, donde reside, para dirigirse al lugar de la cita concertada con Jurdan Martitegi, a la entrada del cementerio de Montauriol, una pequeña y tranquila localidad cercana a Perpiñán.

En el encuentro, que se prolongó durante más de dos horas, Alex Uriarte habría recibido un “cursillo de aprendizaje” para la comisión de futuros atentados. Siempre según los datos ofrecidos por Rubalcaba, el supuesto jefe del aparato militar de ETA habría repetido la labor de adiestramiento que realizó con miembros del anterior comando desarticulado por la Policía, en Pamplona, el pasado mes de octubre. “Miembros detenidos entonces ya señalaron que los cursos se los había dado Jurdan Martitegi”, recordó.


La información sobre cómo se produjo la detención final de los tres miembros de ETA, tras su reunión de dos horas, ya no es tan detallada. Según algunas versiones, se produjeron uno o dos disparos al aire por parte de los agentes para intimidar a Jurdan Martitegi cuando intentaba huir. En ese momento, el jefe militar de ETA se habría detenido y comunicado su identidad: “Soy Jurdan Martitegi”. Mientras, otros agentes se habrían echado encima de Alex Uriarte cuando intentaba sacar una pistola en su vehículo.

Al cierre de esta edición, se desconocía oficialmente si había habido algún herido. Según una información de EiTB -la televisión pública vasca-, un periodista desplazado al lugar habría escuchado a un agente demandar la presencia de un médico en el lugar y hablaba de restos de sangre en el suelo.

El presunto jefe del aparato militar de ETA será trasladado hoy desde las dependencias de la Policía Judicial de Montpellier a París. En la capital francesa, permanecerá en la sede de la Subdirección Antiterrorista de la Policía Judicial (SDAT), donde se le interrogará antes de pasar a disposición judicial.

Rubalcaba se mostró ayer convencido de que Jurdan Martitegi era el actual jefe militar de ETA y que, como integrante del último comando Vizcaya hasta su práctica desarticulación, en julio de 2008, está vinculado con los atentados más importantes cometidos por este desde el final de la última tregua: los coches bomba contra los cuarteles de la Guardia Civil en Calahorra (La Rioja), Durango y Legutiano, donde murió el agente Juan Manuel Piñuel.

Preguntado sobre si Martitegi era, además del jefe militar, el número uno de ETA, el ministro dijo tener la impresión de que “esto del uno, dos y tres” está “por lo menos en discusión” en un momento en que, además, se ha abierto la “discusión” en la banda sobre “seguir o no” con la violencia.

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