El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró el martes que no existe ninguna orden superior que establezca detener un cupo mínimo de inmigrantes ilegales, tal y como apareció reflejado en una circular interna de una comisaría madrileña y que, según los sindicatos policiales, es una práctica habitual en España.

"Quiero decir con toda rotundidad que no existe ninguna instrucción, ninguna circular, ninguna orden dictada por los responsables policiales, que son el director general de la policía o director operativo, para establecer un cupo de inmigrantes ilegales a detener", subrayó el ministro en comisión parlamentaria.

La circular, reproducida en diversos medios, instruía a los agentes de la comisaría de Vallecas, en Madrid, a detener al menos a 35 extranjeros sin papeles al mes. La prioridad eran los marroquíes, pues pueden ser expulsados de forma barata porque se hace por carretera, según el documento.

Rubalcaba admitió que en sus operaciones los cuerpos policiales suelen utilizar parámetros cuantitativos, pero que estas acusaciones supondrían actuar en contra de la Constitución y la legalidad vigente. Asimismo, recordó que ante las posibles actuaciones de la comisaría de Madrid que destapó la supuesta existencia de estos cupos, el director general dictó inmediatamente una instrucción que lo prohibía.

"El objetivo prioritario de la política de expulsiones del ministerio no es otro que concentrarse en aquellos extranjeros, legales o ilegales, que tengan actividades delictivas en España", añadió Rubalcaba.

Sin embargo, con un enérgico "no me creo nada", la portavoz Soraya Sáenz de Santamaría cuestionó las palabras del ministro.

"Si hay un ministro que controla lo que pasa en su ministerio es Rubalcaba", afirmó la portavoz, según la cual con esta actuación el Ejecutivo pretendía pasar de la política de "papeles para todos" a otra que solucionara las cifras de inmigrantes ilegales al ministro.