Este artículo se publicó hace 15 años.
Ruiz de la Prada inaugura en París una exposición teñida de colores
La diseñadora Agatha Ruiz de la Prada, que hoy inauguró en Francia la que considera la exposición "más importante" de su carrera, confesó que trabajar en París le "espabila" ya que en Madrid se siente "demasiado consentida".
La creadora asistió a la apertura de la exhibición "Un jardín de corazones" en el museo de Arte e Industria "La Piscine", en Roubaix (norte), una muestra "mucho más alegre" que la que presentó hace una década en el Museo de Arte Contemporáneo CAPC de Burdeos, explicó a Efe en una entrevista telefónica.
"Es un grito de color", señaló en referencia a esta exposición que se abrirá mañana al público y se prolongará hasta el 21 de junio, coincidiendo con los tres meses de la primavera.
Tras cinco años de preparación, la muestra simula un jardín con bancos donde se pueden contemplar más de 90 diseños a modo de flores en un ambiente teñido de su particular universo de colores.
El "jardín de corazones" salpicado de coloridos vestidos que exhibe en Francia pretende reflejar "su contagiosa alegría de vivir", indicó la comisaria del quinto museo más importante de Francia, Sylvette Botella.
Botella y su equipo han preparado está exposición hasta el último detalle y no han dudaron en pedir al escritor Fernando Arrabal, al antiguo director del Instituto Cervantes José Jiménez, y a la comisaria de la exposición de Burdeos, Marie-Laure Bernadac, que dedicaran unas palabras a su amiga en el programa de la muestra.
La exposición de la singular modista madrileña es uno de los platos fuertes del festival "Lille 3000 Europe XXL" que desde hace una semana se celebra en esta ciudad del norte de Francia y se extiende a otras localidades próximas, como en el caso del museo de "La Piscine".
Una muestra que demuestra la "gran relación" que Ruiz de la Prada ha mantenido siempre con Francia, y en especial con París, ciudad con la que la creadora tiene una especie de "obsesión" desde que fue allí a estudiar siendo una niña.
Además, París es "la capital de la moda", recordó la española, y de ahí que resulte "tan difícil" triunfar en ella.
La diseñadora, que posee una boutique desde 1999 en el barrio parisino de Saint-Germain-de-Près, hizo su entrada profesional en la capital francesa unos meses antes, cuando ofreció un desfile de vestidos 'efímeros' (realizados con flores naturales), en el Carrousel del Louvre.
Entre 2000 y 2002 presentó sus colecciones con desfiles en su tienda y después en el marco de la Federación Francesa del Prêt-à-porter hasta que en septiembre de 2004 tomó la decisión de desfilar en la Semana de la Moda de Milán.
"Estamos en un gran momento debido al esfuerzo internacional que están haciendo muchos diseñadores españoles", dijo en alusión a la situación de la moda en España antes de destacar las iniciativas que pretenden potenciar la presencia española en Estados Unidos.
"Salvo Josep Font, a los diseñadores españoles les da miedo venir a París y no me extraña ya que es una ciudad muy difícil, donde la crítica es muy dura", reiteró.
En este sentido, comentó que debido a su experiencia parisina como diseñadora, está "acostumbrada a las críticas", lo que le hace estar "preparada" para cualquier otra pasarela.
En cuanto a sus proyectos más inmediatos, la diseñadora comentó que hoy viaja a Miami para presentar su última colección en la Semana de la Moda de la ciudad estadounidense, donde es la invitada de honor.
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