Este artículo se publicó hace 16 años.
Rusia despide al patriarca Alexis II con un gran funeral
Rusia despidió el martes al patriarca de la Iglesia Ortodoxa Alexis II con un gran funeral, en el cual los oradores destacaron su tarea de revivir la fe cristiana en el país tras décadas de gobierno comunista.
Las calles del centro de Moscú se detuvieron y la televisión estatal canceló su programación habitual para transmitir el tributo de medio día a Alexis, que murió el viernes a los 79 años de edad.
El presidente Dmitry Medvedev y el primer ministro Vladimir Putin, vestidos de luto, llegaron acompañados de sus esposas, cuando ya habían transcurrido casi tres horas de ceremonia. Se pararon cerca del ataúd del patriarca, sosteniendo velas encendidas.
"Su Santidad siempre recordó que la Iglesia Ortodoxa Rusa fue la única que preservó la tradiciones, la memoria y los valores de la Rusia sagrada", dijo el Kirill Metropolitano, líder interino de la iglesia, en un tributo realizado al lado del ataúd en la Catedral de Cristo Salvador de Moscú.
El Kirill Metropolitano, de 62 años, debió recibir ayuda de sus asistentes en un momento y un funcionario del Kremlin dijo que aparentemente se desmayó, aunque finalmente volvió a incorporarse a la ceremonia, que tuvo una duración total de seis horas.
"El jerarca de la Iglesia se acercó al altar para relajarse un poco", dijo un portavoz de la institución, que negó el desmayo y dijo que no había nada que justificar.
Los patriarcas ortodoxos y los metropolitanos (obispos de alto rango) de Rusia y el exterior se mantuvieron de pie en la amplia catedral mientras los curas cantaban la antigua Liturgia Divina (Eucaristía Bizantina).
Los presidentes de Bielorrusia, Armenia y Serbia, y al menos 11 ministros rusos y altos cargos del Kremlin asistieron a la ceremonia. El cardenal Walter Kasper, titular del Consejo Pontificio Vaticano para la Unidad Cristiana, también estuvo presente.
El féretro de Alexis, cubierto por un sudario verde, rojo y blanco, estaba ubicado en un catafalco decorado con cientos de flores blancas en el centro de la catedral. En su cabeza se colocó la cruz ortodoxa, con sus dos ejes perpendiculares que la distinguen de otros símbolos cristianos.
El funeral culminó con el traslado del cuerpo en un cortejo por el centro de Moscú en un coche fúnebre hasta la Catedral de la Epifanía, donde descansará de forma definitiva.
ELOGIOS GENERALIZADOS
"El número de iglesias se multiplicó a 30.000 y el número de monasterios a 700 desde 18 (bajo el mandato de Alexis)", dijo el arcipreste Dimitry Smirnov, titular del departamento para la cooperación con el Ejército y las fuerzas de seguridad del patriarcado. "Este es un número fantástico, tan fantástico que es difícil de creer, pero es cierto".
Los opositores de Alexis afirman que permitió a la iglesia convertirse en un socio menor del Kremlin mientras Putin fue presidente y que el patriarca no logró desvincularse de las acusaciones de que tenía vínculos con los servicios secretos soviéticos, un hecho que la Iglesia ha negado esto en repetidas oportunidades.
Miles de personas esperaron bajo la fría lluvia afuera de la gran catedral de cúpula de oro, reconstruida en la década de 1990 después de ser demolida por el líder soviético Josef Stalin.
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