Este artículo se publicó hace 13 años.
Rusia pide el inmediato cese de la violencia y el inicio de las negociaciones en Libia
Rusia pidió hoy un inmediato cese de la violencia y el inicio de las negociaciones entre las partes en conflicto en Libia, al tiempo que apoyó la iniciativa de la Unión Africana (UA) de trazar una hoja de ruta para el arreglo político del conflicto.
"Abogamos por que el derramamiento de sangre cese de inmediato para que, en interés del pueblo libio, sus vecinos y toda la comunidad internacional, el proceso retorne a su vía política", señaló Lavrov en rueda de prensa, según las agencias rusas.
Rusia, añadió, es partidaria de "iniciar las negociaciones sobre cómo crear una nueva Libia y poner en marcha las esperadas reformas".
Lavrov aseguró también que las resoluciones 1970 y 1973 deben ser estrictamente observadas y las potencias occidentales no deben excederse en la aplicación del mandato internacional emitido por el Consejo de Seguridad de la ONU.
"Los excesos en la aplicación de esos mandatos que ahora se observan deben cesar", dijo.
El jefe de la diplomacia rusa adelantó que hoy abordará con el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, la necesidad de poner fin a la conflagración en el país norteafricano.
Además, se mostró dispuesto a reunirse con los rebeldes libios en la capital rusa.
En las últimas semanas, Lavrov ha sido muy crítico con la operación militar occidental en Libia y el suministro de armamento y dinero por parte de los países aliados a los rebeldes.
Además, el primer ministro ruso, Vladímir Putin, arremetió con dureza contra los supuestos planes occidentales de derrocar y asesinar al dictador libio, Muamar el Gadafi, que vinculó con los ingentes recursos energéticos del país norteafricano.
"¿Quién lo ha autorizado? ¿Acaso ha habido un juicio? ¿Quién se ha arrogado el derecho de ejecutar a un hombre, sea quien sea? Y todo el mundo calla", dijo en una rueda de prensa durante una visita oficial a Dinamarca.
Putin, quien tachó en su momento de "llamamiento a las cruzadas" la resolución 1973, dijo que "hay unos cuantos regímenes corruptos en el mundo", y se preguntó: "¿Vamos a bombardearlos a todos? ¿Vamos a dispararles misiles? Deberíamos dejarlos en paz y que solucionen sus problemas por sí mismos".
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