Este artículo se publicó hace 15 años.
Rusia propondrá estudiar la creación de una divisa de reserva supranacional
Rusia propondrá en la próxima reunión del G-20 en Londres que el Fondo Monetario Internacional (FMI) estudie la posibilidad de crear una divisa de reserva supranacional, según un documento publicado hoy en la página oficial del Kremlin.
Asimismo, Moscú propone considerar la diversificación obligatoria de la estructura de las reservas de divisas y de las operaciones de los bancos nacionales y organizaciones financieras internacionales.
Entre otra de las propuestas que llevará a la capital británica el próximo 2 de abril el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, se encuentra la de encargar al FMI que examine la posibilidad de ampliar la lista de divisas que se emplean en calidad de reserva.
Todo esto, según el documento del Kremlin, debe hacerse sobre la base de la adopción de medidas concordadas para estimular el desarrollo de grandes centros financieros regionales.
"En este contexto habría que analizar la creación de sistemas regionales específicos capaces de disminuir la volatilidad de los tipos de cambio de dichas divisas de reserva", señala el texto.
Los resultados de estos estudios, según la propuesta rusa, deben ser presentados para su examen a los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales de los países del G-20 para optimizar los futuros pasos para acordar una política monetaria y la reforma eficaz del FMI.
Sobre este particular, Rusia se pronuncia a favor de una revisión del papel y el mandato del FMI para adecuar el organismo a la nueva estructura del sistema financiero mundial que se conformará "evidentemente como resultado de la actual crisis".
El documento señala que hay que aumentar significativamente los recursos del FMI y añade: "Creemos que la suma de los medios a los que tenga acceso el Fondo debe ser suficiente para garantizar el cumplimento de sus funciones como acreedor."
Al mismo tiempo, Moscú considera necesario elaborar nuevos mecanismos crediticios que permitan asistir a los países que chocan con problemas financieros.
Pese a la crisis mundial, los países desarrollados no deben permitir la reducción de la ayuda a los Estados en vías de desarrollo, destaca el documento.
"Consideramos imprescindible que los países donantes, las organizaciones internacionales, los Estados socios eviten mediante esfuerzos conjuntos una situación cuando la crisis financiera puede provocar y traer consigo una crisis en el ámbito de la ayuda", precisa el texto.
Rusia estima conveniente "concentrarse en el respaldo de las capas más pobres y vulnerables de la población de los países en vías de desarrollo, así como en la financiación de proyectos de infraestructuras, que sientan la base para el crecimiento económico y al mismo tiempo resuelven el problema de la ocupación".
Otra de las propuestas rusas al G-20 es la de crear programas especiales para elevar la cultura financiera de la población con el fin de elevar el bienestar de los ciudadanos y defender los derechos de los consumidores.
Estos programas, de acuerdo con la iniciativa, deben ser elaborados y puestos en marcha no sólo en territorio nacional, sino también internacional.
En lo que se refiere a la energía, Rusia considera necesario poner el énfasis en el ahorro, en la disminución de la volatilidad de los precios mediante el aumento de la confianza y la interdependencia entre los productores, consumidores y países de tránsito de los recursos energéticos.
"La actual crisis puede convertir la tarea de garantizar la seguridad energética global en una fuente de futuro crecimiento", señala el texto, que ha sido enviado a los gobiernos de los países del G-20, la pos-soviética Comunidad de Estados Independientes y a diversas organizaciones internacionales.
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