Este artículo se publicó hace 12 años.
S&P rebaja dos escalones a España y quita la triple A a Francia y Austria
En total, 10 países europeos sufren el ataque de la agencia. La decisión pone en peligro la capacidad de financiación del fondo de rescate por el incremento de costes. Las primas de riesgo se disparan
La agencia de calificación Standard & Poor's (S&P) se tornó en la protagonista absoluta de los mercados. A pesar de que su credibilidad está bajo mínimos tras los continuos errores cometidos durante la crisis, sus actuaciones todavía tienen impacto. Sólo el rumor, luego confirmado, de que podría anunciar una rebaja generalizada de ratings en Europa sembró de dudas las bolsas y castigó el mercado de deuda.
Aunque la noticia no se confirmó oficialmente hasta el cierre de la Bolsa en EEUU, el goteo de rumores fue incesante durante todo el día. Nueve países sufrieron su castigo: Francia y Austria perdieron la preciada máxima calificación, la triple A, y España, Portugal, Italia y Chipre, un recorte de dos escalones. Mientras que Malta, Eslovaquia y Eslovenia sufrieron un recorte de un escalón. La espada de Damocles de una nueva bajada se mantiene, por su vigilancia negativa, sobre Austria, Bélgica, Chipre, Estonia, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Malta, Holanda, Portugal, Eslovenia y España. Alemania, en cambio, se salva y recupera la vigilancia estable.
El 5 de diciembre, la agencia estadounidense había amenazado con rebajar el rating a todos los países de la eurozona, excepto a Grecia (que ya está en categoría de bono basura). Como entonces, S&P justifica su decisión por las insuficientes medias tomadas por Europa para resolver su crisis de deuda y la debilidad que presenta la economía de la zona.
Advierte a España de que habrá otra rebaja si no hay reforma laboral
El Gobierno francés fue el primero en confirmar la rebaja, incluso antes que la propia agencia. El ministro de Finanzas, François Baroin, aseguró que pese a que la rebaja "no es una buena noticia", tampoco es "una catástrofe", ya que sigue siendo una buena calificación, y significa que Francia debe seguir adelante con las reformas y ampliarlas.
Bastante peor se lo tomaron las autoridades italianas. "Es un ataque a Europa y, por lo que respecta a nuestro país, no se ha tenido en consideración el plan de ajuste", aseguran fuentes del Gobierno de Roma a las agencias de noticias. Por su parte, fuentes del Ministerio de Economía español, citadas por Europa Press, achacaron la decisión a una "herencia recibida del pasado".
En el apartado español, no obstante, la agencia pone deberes a Rajoy y anuncia otra rebaja de la nota si no se aprueba pronto la reforma laboral, si el sector financiero necesita más ayudas del sector público o si no hay medidas adicionales para reducir el déficit.
Durante toda la jornada, las primas de riesgo de los afectados no pararon de escalar. La francesa hasta los 130 puntos básicos desde los 120 que registró el jueves. 14 puntos subió la austriaca, el otro país que se pierde la triple A, hasta los 129 puntos. Pero la más afectada fue la española, que escaló hasta los 345 puntos básicos, 24 por encima del día anterior.
El impacto en Bolsa fue mucho menor. Aunque los rumores surgidos a primera hora de la tarde provocaron fuertes caídas, estas se fueron atenuando a lo largo de la sesión. El Ibex 35 llegó a cerrar en positivo, con una leve subida del 0,28%, hasta los 8.450 puntos. En el resto de las bolsas europeas dominaron las caídas, pero sólo en Italia superaron el 1%. "La noticia no ha sido una sorpresa, por eso el impacto en la Bolsa ha sido escaso", explica Daniel Pingarrón, estratega de IGMarkets.
Las bolsas bajaron con el rumor, pero el Ibex acabo la sesión en positivo
Más allá de las consecuencias que la decisión puede tener para cada país, la pérdida de la triple A de Francia, sobre todo, pone en jaque la financiación del fondo de rescate europeo. Francia es uno los países que más contribuye, junto a Alemania, a ese mecanismo de ayuda; con la rebaja de rating se reducen también las garantías y, por lo tanto, los inversores exigirán tipos de interés más alto para prestarle dinero. "Ese sobre coste es un problema porque los tipos de interés que tienen que pagar los países que hasta ahora utilizan ese fondo (Grecia, Portugal e Irlanda) son fijos", explica Pingarrón. Una forma de paliar esa subida de los costes, según los expertos consultados, sería que Alemania subiera su aportación al fondo, tal y como insinuó la canciller alemana, Angela Merkel.
Aunque la retirada de los grandes fondos de pensiones mundiales, condicionados por su política de invertir sólo en activos de máxima calidad no tiene por qué ser una máxima inamovible. "La primera reacción de los mercados puede ser muy negativa, pero después habrá que analizar que en un sistema en el que cada día hay menos países con triple A, la política de los grandes fondos de inversión deberá cambiar. Donde antes decían que sólo podrían invertir en activos triple A deberá poner doble", asegura el analista financiero Juan Ignacio Crespo. Y es que la decisión de S&P no es aislada. La mayoría de los analistas comentan que no queda muy lejos una rebaja para la deuda de Reino Unido, cuya situación financiera en ningún caso justifica esa nota de máxima calidad, así como una segunda rebaja por parte de otra agencia para EEUU.
La pérdida de la triple A francesa puede tener un efecto positivo. "Ahora tal vez Sarkozy se enfrente de verdad a Merkel para forzar que esta dé vía libre a las medidas de urgencia, como una mayor compra de bonos por parte de BCE", augura Gonzalo Lardies de BPA. Aunque eso sólo sería un parche más. La verdadera solución, según algunas fuentes del mercado, sería una reestructuración a nivel mundial por parte de los países. "Sé que es muy drástico, pero lo que no se puede pensar es que vamos a solucionar este problema sin que nadie salga herido. Y lo lógico es que quienes tomaron sus riesgos (bancos y fondos de inversión) ahora los asuman", explica un broker que prefiere no ser identificado.
Parón en la negociación de la deuda griegaRepentino cambio en el escenario de las negociaciones sobre la quita de la deuda soberana griega, tras la inesperada suspensión de los contactos entre el Charles Dallara, director del Instituto de Internacional de Finanzas (el lobby de la banca internacional), el primer ministro griego Lukas Papadimos y el ministro de Finanzas Evángelos Venizelos, en Atenas. La negociación se estancó por la negativa del IIF a aceptar intereses de alrededor del 4,5% y 5%, señalando que de esta forma no se garantizaría la viabilidad de la deuda griega, y reclamando ayuda adicional de los países de eurozona en el caso en que la participación voluntaria del sector privado en la quita no sea satisfactoria. El bloqueo de la negociación pone en riesgo no sólo la condonación del 50% de la deuda griega, sino también el nuevo plan de rescate para el país heleno que se iba a negociar la próxima semana con la troika (UE y FMI). / YIANNIS MANTÁS
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