El Patronato de la Sagrada Familia ha encargado a los Mossos d'Esquadra la revisión del plan general de seguridad del templo con el propósito de evitar incidentes como el provocado ayer por un perturbado, que incendió la sacristía de la basílica.

En declaraciones a Efe, el presidente de la Junta del Patronato, Joan Rigol, ha explicado que ha solicitado a la policía catalana un estudio sobre los riesgos a que está expuesto el templo y las medidas de vigilancia que serían necesarias para garantizar al máximo posible su seguridad.

El propósito de la presidencia del Patronato es reforzar la seguridad de la Sagrada Familia para evitar que puedan repetirse incidentes como el de ayer, especialmente en la cripta de la basílica, patrimonio de la Humanidad y de acceso libre y gratuito, dado que se trata de la parroquia del barrio.

Una vez la policía catalana entregue a la Junta sus informes sobre los puntos débiles en seguridad del templo gaudiniano, Rigol ha asegurado que dentro de unas dos o tres semanas convocará a los vocales de la Fundación que gestiona la Sagrada Familia para que aprueben las nuevas medidas de vigilancia propuestas.

El emblemático templo de Gaudí está gestionado desde 1895 por una fundación eclesiástica que se encarga de administrar los presupuestos -sólo con financiación privada- y ejecutar el proyecto de construcción, aunque la dirección y coordinación de las obras se delegan a una persona ajena al ámbito religioso, cargo que actualmente ocupa Joan Rigol.

El presidente del Patronato ha admitido que garantizar al cien por cien la seguridad en la Sagrada Familia "es algo imposible", teniendo en cuenta los 12.000 visitantes que recibe a diario, pero cree que incidentes como el de ayer recomiendan mejorar los sistemas de vigilancia y prevención.

De todas formas, el presidente de la Junta recuerda que "los mejores museos del mundo", con extremas medidas de seguridad, han sido víctimas de ataques a su patrimonio artístico.

Por otra parte, los trabajos de restauración de la cripta de la Sagrada Familia, cuyas paredes quedaron ayer ennegrecidas por el humo aunque sin dañarse el patrimonio de Gaudí, todavía no se han iniciado, dado que el acceso al recinto está vetado a la espera de que la compañía aseguradora lo examine para evaluar la magnitud de los daños.

Una vez los peritos de la aseguradora elaboren el correspondiente informe de daños, los técnicos iniciarán las obras de restauración de la cripta, que empezarán con la limpieza de los muros afectados por el humo.

Precisamente, la cripta de la Sagrada Familia fue restaurada hace un año y medio, una rehabilitación que ahora habrá que abordar desde el inicio.

También habrá que rehabilitar la sacristía de la cripta, el espacio de 10 metros cuadrados que ayer fue arrasado por las llamas en un fuego que se propagó con rapidez debido al material combustible que se acumulaba: mobiliario, indumentaria sacerdotal, libros y un altillo de madera.