Salamanca recuerda a Martín Gaite con un homenaje póstumo

La ciudad de Salamanca ha recordado hoy a la escritora Carmen Martín Gaite con un homenaje póstumo celebrado ante el busto dedicado a la autora de "Entre visillos", en el día en el que hubiera cumplido 82 años.

En la céntrica Plaza de Los Bandos de la capital salmantina, donde jugaba en su infancia Martín Gaite, la concejala de Cultura, Isabel Bernardo, quiso felicitar de forma simbólica con un poema a la literata fallecida en julio de 2000.

La edil ha recordado en su intervención el "compromiso" de la escritora con la palabra, sobre la que dijo que "nació, vivió y murió para ella".

Acompañada por escritores y personas relacionadas con el mundo de las letras salmantinas, la concejala de Cultura ha destacado "la importancia y valor" del legado literario de Carmen Martín Gaite.

Un legado gracias al cual "muchos la han descubierto (a Salamanca) a través de sus obras, eso significa que ella ha dejado mucho escrito sobre esta ciudad", ha señalado la edil.

La poesía fue en esta ocasión la protagonista del homenaje donde se leyeron por parte de la escritora Verónica Amat algunas de las composiciones de Martín Gaite como "Muerte necia", "Tiempo de flor" o "Luna llena".

No faltó tampoco el acompañamiento musical, en esta ocasión del violín del alumno del Conservatorio Superior de Música de Salamanca Pedro Quirico.

El Ayuntamiento ha querido compartir el protagonismo del acto con los asistentes al mismo que pudieron colocar flores en la base de la peana sobre la que se asienta el busto de la escritora.

Salamanca felicitó a una de sus firmas más universales en la plaza que la vio crecer, en la que se encontraba la casa familiar y frente a la iglesia en la que fue bautizada.

Martín Gaite desarrolló una contundente carrera literaria que se iniciaría de cara al público en 1953 con la publicación del cuento "Un día de libertad", aunque su primera obra de envergadura vería la luz dos años después: "El Balneario".

En 1957 publica la que ha sido su obra más destacada y comentada, "Entre Visillos", que presenta a su ciudad como trasfondo de la historia literaria que en ella se narra.

Perteneció a la llamada Generación del 55 junto a escritores como Ignacio Aldecoa, Juan Benet, Josefina Rodríguez, Alfonso Sastre o Rafael Sánchez Ferlosio.

En 1974 ve la luz otra de sus creaciones más carismáticas "Retahílas", a la vez que hace incursiones en la poesía, el teatro, el periodismo e incluso la revista.

Son numerosos los galardones que recibió durante su vida, como el del Café Gijón, el Premio Nacional de la Letras o el Premio Nacional de Literatura con "El cuarto de atrás", convirtiéndose en la primera mujer a la que se concedía esta distinción.