Este artículo se publicó hace 3 años.
Las salas de conciertos exigen aforos completos y el fin de la distancia social tras el alto índice de vacunación
España, con el 76% de la población vacunada, es el segundo país europeo con la mayor tasa de personas con la pauta completa. Sin embargo, las restricciones que sufren las salas de conciertos son las más amplias de Europa.
Madrid-Actualizado a
La situación es acuciante. Algunas salas de conciertos llevan cerradas 19 meses, los que llevamos de pandemia. La relajación de las medidas preventivas, cuando no directamente su eliminación, en otros países con unos índices de vacunación muy inferiores al de España, contrasta con el mantenimiento de dichas medidas en nuestro país. Una restricciones que están llevando al sector a la ruina.
"No sabemos qué está pasando, nos preguntamos cómo se decide esto, cada Comunidad Autónoma decide a su libre albedrío y ningún político parece querer tomar una decisión firme al respecto", denuncia Armando Ruah, coordinador de la Asociación estatal de salas de música en directo (ACCES).
España, con un índice de vacunación del 76% de la población, es el segundo país europeo con la mayor tasa de población vacunada con la pauta completa, sin embargo, las restricciones que sufren sus salas de conciertos son las más amplias de Europa, tal y como demuestra un estudio realizado por Live DMA, la asociación europea de salas de conciertos, llevado a cabo en este mes de septiembre entre los 17 países miembros que la componen.
Países como Inglaterra, Dinamarca, Noruega o Finlandia ya han levantado todas las restricciones al sector cultural
Mientras que el resto de los países del continente están llevando a cabo ordenadamente una reapertura total de estos espacios de cultura, eliminando restricciones como la distancia social o los límites de aforo, las salas de conciertos de nuestro país continúan o bien cerradas o bien con una serie de limitaciones que hacen inviable económicamente que puedan volver a abrir sus puertas.
"Tenemos un aforo permitido que va del 40% al 75%, algo que no es real, porque si tienes un aforo de, por ejemplo, el 75% pero a su vez debes mantener la distancia de seguridad, el aforo final se convierte en un 20%", explica Ruah.
Por ello, desde el sector de las salas de músicas en directo instan tanto al Gobierno como a las Comunidades Autónomas a que apliquen las directrices de la Unión Europea para la reanudación segura de las actividades culturales, tal y como ya se están aplicando en otros países.
Entre las medidas principales recogidas en estas directrices de la UE, se establece que los Estados miembros deben seguir adoptando un enfoque estratégico por fases, incrementando las cifras de aforos si el índice de vacunación progresa suficientemente como es el caso de nuestro país.
Numerosos países como Inglaterra, Dinamarca, Noruega o Finlandia ya han aplicado estas medidas y levantado todas las restricciones al sector cultural en donde están incluidas las salas de conciertos. Otros como Bélgica, Finlandia o Holanda tienen previsto hacerlo a finales de este mismo mes y todos ellos tienen un índice de vacunación menor que el de España.
"Tenemos la esperanza de que a finales de mes las normas se empiecen a relajar ostensiblemente, vamos a luchar por un aforo mínimo con el público de pie del 75 al 80% y sin distanciamiento, no es normal que vayan los metros, los trenes y aviones petados y nosotros estemos con aforos que rondan el 25%, ¿hay algo contra nosotros?", lamenta Ruah.
"Esto es insostenible, no hay argumentos"
El caso de Isaac Vivero, responsable de Garage Beat Club de Murcia, es quizá paradigmático en el sector. Su sala abrió por última vez el fin de semana del 7 y 8 de marzo de 2020. Ahora, le comunican que puede reabrir su sala pero con unas condiciones que hacen imposible su viabilidad económica.
"Nos dicen que abramos pero que lo hagamos con público sentado, en grupos como máximo de seis personas a una distancia de metro y medio, con la primera fila situada a tres metros del escenario y sin servicio de barra", se queja Vivero. A esto habría que añadir los pasillos de acceso y evacuación. El resultado es que si antes podía meter a 600 personas, restricciones mediante, el aforo en la actualidad apenas alcanzaría el 20%.
"Yo no llevo un bar de copas, yo tengo que pagar a un artista, tengo que pagar a un equipo técnico, tengo unos gastos de producción elevados y estas condiciones hacen imposible que pueda continuar". Unas condiciones que, como veíamos, se han atenuado o eliminado en países con unos índices de vacunación muy inferiores al nuestro.
"Si aguanto sin cerrar es porque estoy viendo que otros países trabajan con normalidad, es decir, como en 2019. En España, en cambio, a algunos políticos les está costando entenderlo, no nos pueden tener cerrados de por vida, tirar la toalla ahora sería un error, esto es insostenible, no hay argumentos".
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