La vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, cree que se "está tocando fondo en la crisis", pero que el empleo va a tardar más en crecer y va a seguir a la baja "probablemente" hasta 2011.

En una entrevista que publica hoy el diario El País, Salgado apunta también que este año no habrá más subidas de impuestos y que después del verano tendrán mejores datos para tomar más decisiones fiscales de cara a 2010.

En ese año, según sus previsiones, se llegará a la estabilidad y comenzarán crecimientos "muy débiles" en el economía para crecer "más rápidamente" a partir de 2011.

"Si por lo peor entendemos una caída rápida, creemos que estamos llegando a una situación de estabilidad, que es la base para comenzar después a crecer", explica Salgado.

"Ahora seguimos decreciendo y vamos a seguir así durante todo este año, pero a una velocidad ya muchísimo menor", concluye.

También en 2010 se comenzarán a retirar estímulos fiscales, añade Salgado, que no define si entre esos estará la deducción de los 400 euros del IRPF.

En cuanto a una eventual subida del IVA para reducir el déficit, Salgado explica que antes de tomar esa decisión se tendrá en cuenta que la "mayor debilidad" es la baja demanda interna y que "hay que ser prudente".

De vuelta al mercado laboral, la ministra de Economía considera que ahora no es imprescindible una reforma laboral, aunque sí se muestra partidaria de una "cierta flexibilización" en la negociación colectiva.

Salgado añade que dimitiendo no "se arregla nada", en el supuesto de llegar a los cinco millones de parados en España, una cifra que "no entra" en las previsiones del Gobierno.

Sobre la decisión de elevar el límite de déficit de las comunidades para 2010, la ministra dice que esperan de las comunidades "un comportamiento razonable".

También en relación con las competencias autonómicas, en lo que tiene que ver con la puesta en marcha del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) y eventuales fusiones con necesidad de estos recursos, Salgado explica que en ese caso es el Banco de España el que remueve a los administradores y el Fondo el que pasa a gestionar el banco o caja.

"(Las comunidades) tienen todos sus poderes absolutamente respetados cuando no hay problemas graves y razonablemente deben aceptar las indicaciones del Banco de España cuando los hay", añade.

En cuanto al crédito, Salgado añade que "está mejorando algo" pero que las entidades financieras "están siendo demasiado prudentes".

"Lo que hace falta ahora es que esa liquidez (aportada por el Gobierno) se traduzca en más crédito a las familias y las empresas", concluye.