Este artículo se publicó hace 16 años.
Los sandinistas ganan la mayoría de las alcaldías en Nicaragua
Los sandinistas han ganado 91 de las 146 alcaldías en disputa en las elecciones municipales celebradas el domingo en Nicaragua, en las que la oposición denunció intento de fraude y se registraron enfrentamientos.
en el que milita el presidente Daniel Ortega - obtuvo 91 alcaldías, cuando se habían contabilizado la casi totalidad de los votos.
El opositor Partido Liberal Constitucionalista (PLC), de derechas y que encabeza el diputado Eduardo Montealegre, obtuvo 40 alcaldías. La también derechista Alianza Liberal obtuvo tres alcaldías, mientras que aún faltaban contabilizarse votos en otras tres.
Varios medios locales dijeron que dos personas habían muerto durante los violentos choques entre opositores y partidarios del Gobierno, pero la policía y los portavoces del principal hospital de emergencia señalaron que sólo había habido heridos a consecuencia de los enfrentamientos, uno de ellos de gravedad.
Cuando faltan por contabilizarse los votos de las elecciones en Managua, el ex boxeador Alexis Argüello, del FSLN, superaba con el 51,3 por ciento de los votos a Montealegre, que obtenía un 46,45 por ciento.
Los choques se produjeron después de que Montealegre instara a sus partidarios a salir a las calles tras denunciar un intento de fraude por parte del Gobierno, aunque no explicó las razones que justificaban su denuncia.
En la sede de su partido y ante centenares de seguidores con los que desfiló por varias calles de Managua, Montealegre llamó a estar atentos a sus llamados para "defender el voto", después de que sus partidarios apedrearan en el recorrido casas con banderas del Frente Sandinista.
"El pueblo está molesto porque no nos vamos a dejar robar esta elección", dijo Montealegre a sus partidarios, tras señalar que se reuniría con el presidente del CSE, Roberto Rivas, para "analizar una por una nuestras actas", en las que según dijo tiene ventaja.
Estados Unidos, país que apoyó la contrarrevolución al primer gobierno de Ortega en la década de 1980, dijo que había razones para pensar que las elecciones no fueron limpias.
"Notamos que las condiciones políticas que existieron durante la campaña no fueron conducentes hacia unas elecciones libres y justas", dijo a periodistas el portavoz del Departamento de Estado, Robert Wood.
Sin embargo, varios observadores dijeron que no percibieron anomalías el día de los comicios.
"No observamos ningún hecho que pudiera ser constitutivo de fraude", dijo el observador Eugenio Chicas, en representación de los grupos Protocolo de Tikal y Quito, formados por magistrados y expertos de la región.
Los comicios fueron observados por magistrados y expertos electorales de países de América Latina, pero no por observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) como pretendía la oposición.
/Por Iván Castro/.*.
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