El destino, fiel amigo del Atlético, contribuye con un par de detalles picantes a una tarde ya de por sí tensa. En pleno incendio, Gregorio Manzano, ex entrenador rojiblanco, regresa al Calderón al frente de un Mallorca peligroso por pletórico.

Y en el banquillo local se encontrará con Santi Denia, uno de los jugadores que tuvo a sus órdenes en la temporada 2003-04. Fue la última campaña del ex central a la vera del Manzanares.

De hecho, no contaba demasiado para Manzano y en enero regresó a Albacete, su casa y club de origen donde pondría punto y final a su vida futbolística. Será el primer y último partido de Santi en el banquillo del Atlético.

El albaceteño, ayudante de Abel Resino, dirigió ayer el entrenamiento rojiblanco junto al resto del cuerpo técnico del destituido entrenador toledano: Sabas, Peiró y Bastón. 'No es un papelón. Es un día difícil sobre todo por la destitución de Abel, que es un entrenador y una persona íntegra, y que ha dado todo por esta entidad', declaró Santi tras confirmarse su condición de sustituto provisional.

Santi no podía ocultar el disgusto. Las palabras no le fluían, pero intentaba mitigar el trance con la oportunidad de ponerse por primera vez en el banquillo como primer entrenador.

'Voy a disfrutar estos dos días como un sueño, porque es lo que me toca. Mañana [hoy], si a las nueve de la noche se gana el partido, perfecto', continuó Santi, que afirmó: 'Lo único que quiero es que el Atlético gane al Mallorca. No me preguntéis del domingo, ni del lunes, ni del martes'. Santi también desveló que el once será parecido al que jugó ante el Chelsea.