La futura Unión por el Mediterráneo será presidida por "un presidente de la ribera norte y un presidente de la ribera sur", afirmó el jefe de Estado francés, Nicolas Sarkozy.

El proyecto remodelado responde a la formula de compromiso alcanzado el pasado lunes por Sarkozy con la canciller alemana, Angela Merkel, quien había mostrado fuertes reticencias hacia el plan original que impulsaba el dirigente francés.

"Es fundamental crear la Unión por el Mediterráneo para que la ribera norte y la ribera sur construyan un poco de estabilidad", explica Sarkozy, en una entrevista que publica hoy "Le Figaro".

Al desvelar detalles del acuerdo con Merkel, con la que trabaja "mano a mano", precisa que todos los países miembros de la Unión Europea (UE) y todos los ribereños del Mediterráneo podrán participar en la futura Unión, pero "sólo podrán presidirla países que son ribereños del Mediterráneo".

El mandatario francés indica que "una estructura de dirección, ligera y operacional", dará cuerpo a esta cooperación.

Habrá una reunión de jefes de Estado y de Gobierno cada dos años, "las decisiones se tomarán conjuntamente. Todos los países miembros de la Unión podrán participar en el proceso", agrega el presidente.

Asimismo, señala que el próximo 13 de julio, en París, habrá una cumbre de los países europeos y de los del Mediterráneo.

Sarkozy explica que Merkel quería que todos los países europeos pudieran participar en la Unión, "en el marco del Proceso de Barcelona (nordeste español)".

"Y yo consideraba que este proceso, creado en 1995, estaba atascado y que había que crear un verdadero partenariado con los países del norte", agrega, antes de explicar el acuerdo al que finalmente llegó con la canciller alemana.

Por otra parte, preguntado sobre si el entendimiento franco-alemán sigue siendo el motor de la UE, Sarkozy dice que cuando el general y político francés Charles De Gaulle (1890-1970) y el primer canciller de la República Federal Alemana Konrad Adenauer (1876-1967), o el ex presidente galo de 1974 a 1981 Valéry Giscard d'Estaing y el ex canciller alemán de 1974 a 1982 Helmut Schmidt se ponían de acuerdo, el resto de Europa les seguía, pero "ya no estamos en esa Europa".

"Francia y Alemania tienen todavía que ponerse de acuerdo, pero en concertación con todos los socios", sentencia el jefe de Estado.