El Elíseo confirmó hoy que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, estuvo hospitalizado unas horas el pasado 21 de octubre para una "pequeña intervención en la garganta".

La hospitalización secreta de Sarkozy, que tuvo lugar tres días después del anuncio de su divorcio, para ser intervenido de un flemón en la garganta, la revelan los autores de un libro sobre su ex esposa Cécilia, que se publicará el próximo viernes.

El portavoz del Elíseo, David Martinon, confirmó hoy que el jefe de Estado pasó "parte de la velada" del 21 de octubre en el Val-de-Grace para "una pequeña intervención en la garganta, porque tenía dolores un poco complicados y tenía que estar en forma para su visita el día siguiente a Marruecos".

Preguntado sobre porqué no se informó al respecto, el portavoz dijo que "no tendría ningún sentido" tener que comunicar "todas las pequeñas pupas".

La revelación sobre la hospitalización de Sarkozy, tres días después del anuncio del divorcio, figura en la obra "Cécilia. La face cachée de l'ex première dame", de los periodistas Denis Demonpion y Laurent Léger.

"Él somatizó: tuvo anginas y eso se transformó en un flemón, con estafilococos dorados, que sus médicos no pudieron resolver", explicó hoy Demonpion en la emisora "France Info".

Recalcó que la hospitalización se mantuvo en secreto, algo "sorprendente" para alguien que siempre ha dicho que quería la "transparencia".

En su campaña electoral, Sarkozy había prometido publicar con regularidad información sobre su salud, pero sólo hubo un certificado médico, cinco días después de su elección, para indicar que su estado era plenamente compatible con el ejercicio del cargo.

La intervención consistió en una incisión en el flemón y la colocación de un catéter para "favorecer la acción de los antibióticos por vía intravenosa", explicó Demonpion.

Sarkozy, que ingresó en el hospital por la tarde y salió durante la noche, viajó a Marruecos al día siguiente, el 22 de octubre, para una visita de Estado de tres días.

Durante el viaje, el ministro de Exteriores y médico, Bernard Kouchner, actuó como "enfermero" y veló porque el presidente tomara antibióticos, indican los autores del libro.