Sarkozy y Hu discuten sobre medio ambiente y la apreciación del yuan en Pekín

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, y su homólogo chino, Hu Jintao, analizaron hoy en su reunión conjunta el bajo tipo de cambio del yuan y los problemas medioambientales.

"Hemos acordado seguir desarrollando la cooperación económica y comercial, fomentar la colaboración en energía nuclear, aviación, exploración espacial y ferrocarriles, así como expandir la cooperación en áreas como las finanzas, las telecomunicaciones y la protección medioambiental", dijo Hu.

El máximo líder chino señaló que las relaciones entre ambos países se encuentran en una nueva etapa de cooperación, con diálogos estratégicos y confianza política mutua.

Hu explicó que le propuso a Sarkozy aumentar la cooperación en cuatro puntos específicos: relaciones políticas, cooperación multilateral, cooperación económica y comercial, e intercambios culturales.

"Esperamos que el crecimiento de China continúe, pero también esperamos que ese crecimiento sea libre de emisiones de CO2 y respetuoso con el medioambiente. Creemos que responde a los intereses de China y de todo el mundo", dijo Sarkozy.

En cuanto a la cuestión del yuan, el presidente francés añadió que "es necesario alcanzar tipos de cambio que sean armoniosos y justos y que beneficien a la economía global. Es decir, que por su propio bien, China debe acelerar la apreciación del yuan frente al euro".

Respecto al conflicto con Taiwán, Sarkozy reiteró que Francia se opone a su independencia y que respeta la política de una sola China, por lo que tachó de "injustificado" el previsto referéndum sobre la entrada de la isla a la Organización de Naciones Unidas (ONU), según la agencia oficial, Xinhua.

Tras las conversaciones, ambos presidentes acordaron publicar una declaración conjunta sobre el cambio climático y asistieron a la firma de una veintena de documentos de cooperación en protección medioambiental, energía nuclear, aviación civil, comunicación, educación, salud e inversiones.

Entre estos acuerdos, destacan los de Areva, que construirá dos reactores nucleares de tercera generación en el sur del país, por 11.880 millones de dólares, y Airbus, que venderá a China 160 aviones de pasajeros por 17.000 millones de dólares, que incluyen 110 aparatos A320 y 50 A330.