Este artículo se publicó hace 14 años.
Saura cree que "es un error garrafal pensar que el flamenco es sólo música de chusma"
Con una cámara de fotos colgada del cuello, el cineasta Carlos Saura reflexiona en una entrevista con Efe sobre el flamenco, que compara en varias ocasiones con el jazz, a la vez que mantiene que "es un error garrafal pensar que sólo es música de chusma".
El aragonés regresa a la Ciudad Condal para presentar su nuevo espectáculo, "Flamenco hoy", un homenaje total al género que estrenó en agosto del año pasado en Madrid y que recalará en el Barcelona Teatre Musical entre el 15 de abril y el 2 de mayo.
Aficionado desde siempre a este movimiento musical, "Flamenco hoy" es el resultado de un trabajo concebido por él, con Chano Domínguez en la dirección e interpretación musical; con coreografías y baile de Rafael Estévez y Nani Paños; vestuario de Antonio Alvarado; escenografía de Laura Martínez; asesoramiento artístico de José Luís Ortiz Nuevo y Paco Belda en el diseño de luces.
Sin hilo argumental, aunque la noción del tiempo acompañará al espectador desde que se levante el telón, el montaje rinde homenaje a grandes figuras como el bailaor Antonio Gades o Imperio Argentina.
Junto a los grandes palos del flamenco, como la soleá o la seguiriya, el espectáculo aborda también otras facetas de la música popular española como las sevillanas, la copla o el pasodoble.
En este musical, el elenco está integrado por jóvenes voces como Jesús Méndez y David Palomar, por las bailaoras Pastora Galván y Laura Rozalén y por los músicos Antonio Rey, Isidro Suárez, Ernesto Aurignac y Martín Meléndez.
Carlos Saura opina que, en la actualidad, el flamenco, junto con el jazz, es un movimiento musical por excelencia, especialmente por "su capacidad de innovación y de incorporación de nuevos ritmos".
A su juicio, es cada vez "más fuerte en el mundo" y "el ritmo más potente y con más futuro de la Península".
A pesar de ello, el artista asevera que en España no existe mucha conciencia de este hecho. "En este país -argumenta- a veces no nos damos cuenta de lo que tenemos y lo despreciamos".
Tras confesar que de muy joven quiso ser bailaor, a pesar de venir de una familia en la que no se escuchaba flamenco -su padre, según dice, era "un burócrata del Ministerio de Hacienda" y su madre "una pianista de música clásica, que lo leía todo"- ahora ha preparado un espectáculo que ofrece al público un amplio abanico de lo que es el género.
Respecto a la diferencia que existe entre un espectáculo de este tipo y el rodaje de una película, Saura sostiene que "son dos conceptos distintos, porque en el teatro lo que se ve es un plano general, mientras que en el cine es la cámara la que se va acercando o alejando a lo que se quiere ofrecer al público".
En este sentido, precisa, "en el cine uno puede resaltar u olvidar lo que no le gusta, seleccionando los planos, lo que comporta que cada persona que hay detrás de una cámara escoja cosas diferentes, mientras que en el teatro el plano es general".
A sus 78 años, Carlos Saura no está únicamente centrado en este proyecto, producido por Flamenco Futuro para Vértice 360º y CP Jazz con la colaboración especial de la Junta de Andalucía, puesto que también tiene un ojo puesto en su última película, "Io, don Giovanni", estrenada el año pasado en Toronto (Canada) pero que todavía se puede ver en las pantallas de países como Francia.
Asimismo, remarca que se ha estrenado en Japón, donde ha contado con el beneplácito de muchos aficionados, e incluso hay quien ya se ha interesado en distribuir otras películas suyas.
Por otra parte, no para de tirar fotos durante la plática -"podría haber sido un fotógrafo importante", dice- ni de dibujar, principalmente en un cuaderno de tapa dura negra que siempre le acompaña y en el que ahora, según muestra, ha esbozado diferentes tipos de pájaros e incluso alguna que otra pájara.
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