Este artículo se publicó hace 15 años.
Savater dice que "enseñar a pensar es una tontería porque todo el mundo lo hace"
El filósofo, ensayista y escritor Fernando Savater concluye con 'Historia de la filosofía. Sin temor ni temblor' (Espasa), la cuarta y última serie de "intentos de introducción a la filosofía" y reconoce que "eso de enseñar a pensar es una tontería porque todo el mundo lo hace".
Savater, que ha estado hoy en Sevilla, ha reconocido que esta serie, tanto para estudiantes y adolescentes "como para personas que no tengan un conocimiento de la filosofía", empezó con dos libros -'Ética para Amador' y 'Política para Amador'- dos iniciaciones, una a la filosofía moral y otro a la política, y una visión global de las cuestiones filosóficas fundamentales y sus métodos en 'Las preguntas de la vida'.
"Faltaba una historia del pensamiento filosófico", ha asegurado y ha admitido que el título es una "pequeña broma" de la obra 'Temor y temblor' del filósofo danés Soren Kierkegaard, pero también responde "a la reacción de muchas personas cuando oyen la palabra filosofía".
Con un tono de humor e incluyendo algunas anécdotas, el ensayista recorre la historia de la filosofía desde sus comienzos hasta la mitad del siglo pasado, finalizando en la figura de la pensadora española María Zambrano.
Para ello cuenta con la "ayuda" de una pareja de niños de unos doce o trece años "que charlan entre sí, a veces sobre lo que acaban de leer, a veces sobre cosas que les ocurren" y asegura que son un poco "como el recreo después de la lección y acercan el texto al lector".
"He intentado que las personas se aproximen a la filosofía", ha explicado, ya que su objetivo es que "se den cuenta de que es un método y un sistema que viene ya desde hace ya muchos siglos tratando las cuestiones fundamentales de los seres humanos".
Para Savater, la filosofía "debería estar más representada en la educación" y asevera que nace junto a la democracia, en el mismo lugar, por lo que reconoce que "es sólo europea ya que está ligada a un régimen político que no existe en otros lugares".
Y es que la base de esta disciplina se encuentra en el diálogo, ya que "surge de varias cabezas que piensan en contraposición unas con otras".
La obra está apoyada por ilustraciones elaboradas por su hermano, el pintor Juan Carlos Savater, "que la enriquecen mucho y le dan mucha fuerza e interés", reconoce, ya que admite que le gusta "mucho" un libro ilustrado y que, además, le dispensaba de ciertas explicaciones "respecto al aspecto físico o al entorno".
El ensayista reconoce que su pasión por esta disciplina comenzó con el libro 'La sabiduría de occidente', de Bertrand Russell, y admite que "aprovechando que era mi hermano el que hacía las ilustraciones le pedí que me dibujara al final del libro con los niños escuchándolo".
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