Este artículo se publicó hace 14 años.
"El secreto de sus ojos", la novela que fue antes que la película
Todo lector, como todo autor, "necesita de vez en cuando una luz, una puerta lateral" que le permita zafarse de la desesperación y de aquellos rincones oscuros que entraña la vida, afirma a Efe el escritor argentino Eduardo Sacheri, autor de "El secreto de sus ojos".
Esta novela, "una historia con un crimen", como dice Sacheri, triunfa ahora en España y anoche recibió su último gran espaldarazo, cuando la película en ella inspirada y con el mismo título recibió el "Goya" al mejor filme hispanoamericano y a la mejor actriz revelación, la también argentina Soledad Villamil.
Sacheri muestra su satisfacción por el éxito que ha llevado a la cinta del director Juan José Campanella a recibir uno de los premios más importantes de la cinematografía española y recuerda el proceso de elaboración del guión de un filme que ya vieron un millón de espectadores en España.
Respecto a la novela original "hubo que corregir acontecimientos; hay cosas que suceden de forma diferente porque en cine son difíciles de mostrar", y en esa transformación tuvo que ver mucho el estilo "entretenido, vivo", que hace Campanella.
"En el guión estamos presos de lo cotidiano. Creo que ese fue el gran trabajo de la adaptación: que en esa cotidianeidad se respetara la hondura de esos personajes", explica Sacheri en la entrevista con Efe.
La película "El secreto de sus ojos", estrenada el pasado agosto en Argentina con Ricardo Darín y Soledad Villamil de protagonistas, ha tenido la fuerza de transformar en España el título de la novela, publicada originalmente en Buenos Aires en 2005 como "La pregunta de sus ojos".
Ahora, la novela reclama de nuevo su lugar preferente, no tanto como la historia policial de un asesinato contada en la película, "con sus intrigas y sus pesquisas", sino como "una exploración de la tragedia que ese crimen genera en cada uno de los personajes", dice Sacheri.
La novela de Sacheri (Buenos Aires, 1967) se mueve a lo largo de treinta años de la historia argentina, con un agente judicial como principal protagonista, náufrago entre un amor platónico y su búsqueda de la verdad, que acaban transformando su vida y que le permiten evitar en el último instante las rompientes de la autodestrucción.
Aunque lo que ocurrió en la Argentina de los años sesenta, setenta, con la dictadura, y ochenta afecta a los personajes, "no les golpea directamente como a otras personas", pues "los intereses, los dramas personales están por delante", señala el escritor.
Historiador de formación, Sacheri utilizó su conocimiento del sistema judicial argentino, donde trabajó un tiempo, para plasmarlo en esta novela.
Su héroe, Benjamín Chaparro (en el filme se le cambió el apellido) es agente de un juzgado de instrucción y su vida queda marcada por su amor secreto a una compañera, por una parte, y el esclarecimiento del asesinato de una mujer junto a la obsesión del marido que la sobrevive hacia su asesino, por otra.
Cuando el protagonista se pone a escribir esta historia, rompe el maleficio de la desesperación que rondaba la novela y deja pasar "una bocanada hacia el futuro".
"Yo como autor-lector necesito que alguna puerta se abra hacia el futuro, necesito esa luz que rasgue el velo de la oscuridad", asevera Sacheri.
"El secreto (o la pregunta) de sus ojos" es la primera novela de este profesor y licenciado en Historia que tuvo antes un notable éxito en Argentina con sus libros de relatos.
Muchos de esos relatos eran sobre el balompié ("Esperando a Tito y otros cuentos de fútbol", por ejemplo), tema que ahora espera retomar en un filme de animación de nuevo junto a Campanella.
"Desde hacía tiempo, yo sentía que quería escribir una novela. Esta historia de crimen ya la tenía en mente, pero era demasiado grande y compleja como para meterla en un cuento", refiere Sacheri.
Cuando se escribe un cuento, "uno se está largando a cruzar un río con la otra orilla a la vista. Será torrentoso, difícil, pero vos ves a dónde vas. Una novela es como el Río de la Plata. Vos sabés que del otro lado hay algo, pero no lo ves", añade.
Sacheri recuerda que su experiencia como escritor llegó ligada a su "pasión" como devorador de libros: "para mí escribir es simplemente dar un paso al vacío en mi formación como lector. Necesitaba ver escritas ciertas cosas que no veía".
Aunque su novela hecha película le ofrece una nueva dimensión, en referencia a sus futuras colaboraciones con Campanella, ello no le impide sentir cierta nostalgia: "Mi deseo sería volver a mi cueva de escritor de ficción con una novela que tengo por ahí, pero de momento tendrá que esperar", agrega.
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