Este artículo se publicó hace 14 años.
El sector de la alimentación espera seguir capeando la crisis
Ejecutivos de compañías vinculadas al sector de la alimentación en España señalaron el martes que esta industria y sus marcas seguirán defendiéndose bien en un contexto de prolongada crisis económica, incluso tras las iniciativas para reducir el déficit impulsadas por el Gobierno, gracias a factores culturales.
"Es la suma de lo racional y lo emocional lo que hace que un consumidor pague una prima por un producto de marca", dijo Pedro Ballve, presidente del grupo de alimentación Campofrío, en un foro de empresas de mediana capitalización en Madrid.
Aunque reconoció que la subida del IVA en julio y las medidas de austeridad podrían condicionar los hábitos generales de consumo de una buena parte de la población española (15 millones de personas entre parados, funcionarios y pensionistas), Ballve insistió en la idea de que el sector de alimentos es un seguro en las fases de declive.
"Se dejará de hacer muchas otras cosas antes que dejar las buenas marcas. Es parte de nuestra cultura, parte de nuestra sociedad y tenemos la suerte de estar en un sector que se va a defender muy bien", afirmó.
En esta línea, el presidente de Vidrala, Carlos Delclaux, dijo que al español le cuesta dejar hábitos arraigados en la idiosincrasia española como el consumo de bebidas alcohólicas en establecimientos públicos.
"Los usos difícilmente se alteran", dijo Delclaux, cuya empresa fabrica principalmente botellas de vidrio para vino y aceite, aunque admitió que "con el nivel de paro que tenemos no es fácil que se den grandes alegrías en el consumo".
MARCA BLANCA: AMENAZA U OPORTUNIDAD
En un momento en el que la aceptación de la marca de distribución o "marca blanca" es creciente por la coyuntura económica, el presidente de Campofrío apostó por su coexistencia con la marca propia, con un peso variable en el mix de productos en función del mercado.
"Hay mercados como Holanda donde el 90 por ciento es marca de distribución, o del 80 por ciento como Bélgica", dijo, destacando que en algunos casos la rentabilidad de estos productos es superior a los de marca propia.
El 60 por ciento de los productos cárnicos de Campofrío son de marca propia y el resto marca de distribución, señaló.
En cambio, el presidente de la chocolatera Natra consideró la marca blanca como "una oportunidad de negocio", especialmente en mercados como Estados Unidos, donde la penetración de la marca de distribución es de sólo el 1,5 por ciento.
"Creemos complicado que convivan las dos culturas (marca propia y de distribución) en una misma empresa y creemos que las marcas globales acabarán con las marcas pequeñas", dijo Manuel Moreno.
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