El sector del automóvil, en concreto los fabricantes, piden al nuevo Gobierno una política industrial fuerte, mientras los concesionarios quieren la rápida aprobación de una Ley de Distribución.

Los fabricantes pidieron la pasada semana, con motivo del nombramiento del nuevo vicepresidente ejecutivo de la asociación nacional de fabricantes (Anfac), Mario Armero, que desapareciera el Ministerio de Industria, ya que temían que el ministro fuera "secuestrado" como en anteriores ocasiones.

El primer paso en esta nueva etapa, aseguraron el presidente de Anfac, Francisco García Sanz, y Mario Armero, será un contacto con el nuevo Gobierno y con los grupos políticos para transmitir la necesidad de fabricar más y mejor e impulsar la marca "made in Spain" en la industria del automóvil.

Los concesionarios fijaron su posición esta semana, mostrándose contrarios a la continuidad de un Ministerio de Industria para que no sea "secuestrado" por los fabricantes, y prefirieron un Ministerio de Economía y la rápida aprobación de la Ley de Distribución aplazada por la convocatoria de elecciones.

Los concesionarios de automóviles perderán al final de la crisis más de 50.000 empleos, una cifra que trasladada al sector de la fabricación equivaldría al cierre de varias fábricas, argumentaron.

Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor (GANVAM), Juan Antonio Sánchez, considera que es "muy preocupante" que el nuevo ministerio no incluya ninguna mención expresa a las políticas de comercio.

A juicio de Sánchez, ello supone un "guiño" a los fabricantes y una nueva forma de dejar a los distribuidores en un "segundo plano" que desnivela las relaciones entre ambas partes.

No obstante, el presidente de GANVAM quiso ser prudente e indicó, en un comunicado, que habrá que esperar para comprobar si el nuevo ministro configura una Secretaría de Estado de Comercio que pueda asumir las funciones del desarrollo de la Mesa de Diálogo y la futura aprobación de la Ley de Contratos de Distribución.