Este artículo se publicó hace 16 años.
Los seguidores de Aubry y Royal se enzarzan ahora en una guerra de cifras
A la espera de que el Consejo Nacional del Partido proclame oficialmente el nombre de la nueva líder de los socialistas franceses, los seguidores de las dos aspirantes, Martine Aubry y Ségolène Royal se enzarzan hoy en una guerra de cifras y arañan votos de donde pueden.
Varias federaciones locales han denunciado irregularidades en el recuento, que podrían inclinar la balanza a favor de una u otra, ya que la diferencia del resultado difundido el viernes es de tan sólo 42 votos a favor de Aubry, la alcaldesa de Lille.
La federación de Moselle (noroeste), por ejemplo, informó de que había atribuido por error 12 votos a Aubry que estaban destinados a Royal y en Gironde (suroeste) también se ha rectificado el recuento, tras constatar un fallo en la transmisión de datos que favoreció a Royal en 41 votos.
Situaciones similares se han detectado en otros lugares, incluida la ciudad de Lille, el feudo de Aubry, quien lanzó una clara advertencia y un llamamiento a la unidad dirigido a todos los socialistas, al afirmar: "Perderemos todos si no somos capaces de unirnos".
Ella, que representa a la vieja guardia y al ala más izquierdista del partido, es por ahora la ganadora y así lo dio por hecho en su primera comparecencia pública tras la votación, en la que dijo claramente que será la nueva primera secretaria de "todos los militantes socialistas".
Su mensaje fue calificado de muy extraño por su contrincante, la ex candidata presidencial que pretende abrir el partido hacia el centro, Ségolène Royal, quien se mostró muy sorprendida de que alguien pueda autoproclamarse sin que las instancias correspondientes hayan ratificado su nombramiento.
"Martine Aubry se ha precipitado" porque los resultados van a cambiar y subrayó, en declaraciones a la cadena de televisión France 1: "Sin duda, yo voy "ganar",
Royal exigió una vez más un voto "justo, controlado e indiscutible". Eso es "absolutamente indispensable" para el militante socialista. Es "una exigencia moral", agregó.
La última palabra la tendrá el Consejo Nacional, el llamado 'parlamento' del partido, en el que son más los partidarios de la alcaldesa, y que tiene previsto reunirse el martes para validar el escrutinio del pasado viernes o para poner en marcha los procedimientos que considere oportunos.
Antes de esa reunión, habrá otra el lunes por la mañana de una comisión específica que se encargará de hacer un nuevo recuento de votos y de verificar las denuncias de fraude en el proceso que se acumulan en las últimas horas.
Esa comisión estará integrada por tres representantes de cada una de las candidatas y uno, en calidad de observador, del tercer aspirante, el eurodiputado, Benoit Hamon, que quedó eliminado en la primera vuelta.
Sus conclusiones se recogerán en un informe que será remitido al Consejo Nacional.
Independientemente de que se decida ratificar la victoria de Aubry o acceder a la petición de Royal de organizar una nueva votación, todos los analistas y expertos políticos coinciden en que la división del partido es más profunda que nunca y en que existen riesgos incluso de escisión.
Sus pronósticos coinciden pese a los continuos llamamientos a la calma y a la unidad desde los dos bandos, como el que hizo en repetidas ocasiones desde las elecciones del viernes el todavía primer secretario saliente del partido, François Hollande, ex pareja de Royal y padre de sus cuatro hijos.
Desde la oposición conservadora se frotan las manos y se ironiza con la capacidad de "autodestrucción" del partido.
"Nosotros no hemos tenido nunca este tipo de psicodramas", hay reglas del juego que siempre se han respetado, dijo la ministra del Interior, Michèle Alliot-Marie.
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