La actriz Geraldine Chaplin ha situado entre sus máximas aspiraciones profesionales el poder "seguir trabajando" como hasta ahora, algo que "parece fácil" pero que es "todo un lujo" en el actual contexto económico, que ha forzado la suspensión de tres de los proyectos en los que se había embarcado.

"Increíblemente feliz" con su retorno a la provincia en la que, hace 41 años, rodó de la mano de Carlos Saura "Stress-es tres-tres", la hija del mítico Charles Chaplin, quien recibirá hoy el Premio Homenaje "Almería, tierra de Cine", ha respondido a los periodistas sobre los retos profesionales que le restan por cumplir: "Lo que me gustaría, y parece una cosa fácil, es seguir trabajando".

"Eso es lo más difícil. Es un lujo poder trabajar", ha subrayado antes de explicar que, de entre la docena de proyectos futuros en los que se ha embarcado, tres de ellos, en concreto tres películas, "se han caído por la crisis".

La actriz, que ha dejado su impronta en obras como "Doctor Zhivago", de David Lean, no ha dudado en lanzar un capote a todos aquellos que quieran recogerlo al situar entre sus grandes deseos el hacer para teatro "Largo viaje hacia la noche", uno de los principales trabajos de su abuelo materno, el dramaturgo Eugene O'Neill, valedor de cuatro premios Pulitzer y de un Nobel.

"Siempre he dicho que me gustaría mucho hacerlo. Lo digo y lo digo y lo digo, pero...", ha declarado risueña tras admitir que le hubiera encantado conocer a su abuelo, algo que nunca ocurrió al decidir éste que "no quería ver más en su vida a su niña", la madre de la actriz, quien se casó todavía adolescente con un Chaplin ya entrado en años en el que el dramaturgo vio a un "viejo verde".

Antes de desgranar los sentimientos que le ha suscitado su regreso a Almería, así como los recuerdos que atesora de su paso por una provincia que dio sus primeros pasos en el mundo del celuloide justo cuando ella iniciaba su carrera, Chaplin ha marcado su postura contra la "industria de los culos en los asientos".

De este modo se ha referido al cine estadounidense más comercial, criticando su política de "contar los culos en los asientos que se logran en un fin de semana", tras lo cual ha afirmado no sin ciertos titubeos que el cine español está "muy politizado".

En un tono más personal y tras admitir que "El Orfanato" ha sido como un "tsunami" que ha abierto un "nuevo camino" en su vida por el que ha trabajado en "un montonazo de películas de terror en las que hago de todos los monstruos", Chaplin ha confesado que detesta la vejez, en la que no aprecia "nada bonito" ni "atractivo".

Se ha volcado totalmente la actriz al hablar de Almería y de sus sensaciones al regresar a la provincia que le homenajea por su trabajo junto al director oscense Carlos Saura, y ha señalado que es un "gran honor y un privilegio" volver a una tierra a la que siempre ha tenido "muchas ganas de venir".

"Se cumple ahora este deseo y estoy increíblemente feliz", ha dicho sobre su retorno al lugar donde trabajó en "Stress-es tres-tres", de cuyo rodaje guarda recuerdos como la "belleza increíble" de Cabo de Gata o el haber combatido el frío "con coñac".

Interrogada si le hubiera gustado trabajar en alguno de los muchos "spaghetti-westerns" que se filmaron en la provincia, ha asentido, antes de recordar su incursión en este género de la mano del productor Elías Querejeta, con quien rodó en Madrid "La banda de Jaider", una obra "vergonzosa, una porquería de película", ha asentido para sorpresa de los asistentes a la rueda de prensa previa a la gala en la que recibirá el galardón que otorga en su XII edición el festival Almería en Corto.