Este artículo se publicó hace 15 años.
La segunda aventura exterior del "apaga fuegos" Juande Ramos duró 47 días
La segunda aventura en el fútbol internacional del español Juande Ramos, ex técnico de Real Madrid, Sevilla y del Tottenham inglés, concluyó hoy en fiasco tras sólo 47 días al frente del CSKA Moscú.
"Ante la dificultad de clasificarse para la 'Champions League' ambas partes han decidido resolver de mutuo acuerdo su relación contractual", informó la página web del técnico manchego.
El hecho de que el técnico y el club se pusieran de acuerdo para romper el contrato no resta dramatismo a la decisión, más aún cuando Ramos llegó el pasado 10 de septiembre a Moscú como el salvador del equipo del Ejército ruso.
Ramos, que dejó en el estacada al CSKA en diciembre de 2008 para hacerse cargo del Real Madrid, sustituyó en el cargo al brasileño Zico, que fue destituido tras nueve meses en el cargo por los malos resultados.
Reconocido internacionalmente tras lograr dos copas de la UEFA con el Sevilla, Ramos no logró repetir sus éxitos con el Tottenham, al que llegó comenzada la temporada 2007-2008 para sustituir al holandés Martin Jol.
Un año después, con el Tottenham flirteando con el descenso, Ramos era sustituido fulminantemente, tras lo que se tomó varios meses sabáticos.
Su gran oportunidad llegó en diciembre de 2008 con la destitución de Bernd Schuster como técnico del Real Madrid, cargo en el que encadenó una histórica racha de 17 victorias consecutivas.
Con todo, la racha terminó de manera abrupta con la, no menos histórica, goleada que le propinó el Barcelona al Real Madrid en el Bernabeu (2-6), tras lo que el equipo perdió cinco partidos seguidos.
Ramos llegaba al banquillo del CSKA con un aire de interinidad y con la espada de Damocles de la clasificación para la próxima edición de la Liga de Campeones como objetivo mínimo.
El caso es que el equipo era tercero en la Liga cuando Ramos cogió las riendas y ahora es quinto a cuatro puntos del Zenit, último clasificado en estos momentos para Liga de Campeones.
Además, en la Liga de Campeones Ramos tampoco fue capaz de dar un cambió de timón y la escuadra moscovita sumó una pírrica victoria en casa sobre el Besiktas turco y dos derrotas frente al Manchester United (0-1) y al Wolfsburgo (3-1).
En sus primeros partidos de liga, el CSKA de Ramos se mostró fuerte en su estadio, pero eso sólo fue un espejismo, que se desvaneció en cuanto los rivales que se cruzaron en su camino eran de mayor entidad.
La paciencia de la directiva estalló esta semana con las dos derrotas consecutivas en casa frente al Manchester y el Moskvá (antiguo Torpedo) (1-3), encuentros en los que Ramos pecó de exceso de conservadurismo.
"El entrenador manchego tenía el compromiso de revisar su relación con el CSKA en caso de no clasificarse el equipo para Champions y por otro lado, la entidad del ejército ruso planea un cambio de proyecto basado en la presencia de futbolistas jóvenes", apunta la página web de Ramos.
El caso es que Ramos eligió un mal momento para desembarcar en la liga rusa, que sufre como ninguna otra los abates de la crisis financiera.
Ha llegado la era de las vacas flacas y todos los clubes, incluido el Zenit, al que patrocina la todopoderosa Gazprom, han reducido sus presupuestos y de compradores se han convertido en vendedores.
Antes de llegar, el CSKA se deshizo de sus dos mejores jugadores: el goleador brasileño Vágner Love, que regresó al Palmeiras, y el ruso Zhirkov, que ha recalado en el Chelsea.
Vágner, que no descartó su regresó al CSKA, fue el año pasado el máximo goleador de Liga rusa, con 20 goles en 26 partidos, y de la Copa de la UEFA, con once goles en ocho encuentros.
Zhirkov se convirtió en uno de los jugadores en su puesto más deseados del continente tras su gran actuación en la Eurocopa 2008, en la que Rusia alcanzó las semifinales.
Ambos jugadores, el brasileño Carvalho, cuyo rendimiento ha estado lastrado por las lesiones, y el portero internacional Akinféev han sido los baluartes del equipo durante las últimas temporadas.
Pero el equipo que heredó Ramos se parece muy poco al que logró alzarse con la liga y la UEFA en 2005, y reeditó el título nacional en 2006.
Por si fuera poco, los dos fichajes del equipo para esta temporada, el joven brasileño Guillerme y el internacional chileno Mark González sufrieron reiteradas lesiones, lo que les ha impedido rendir como se esperaba.
A la vista de todo esto, Ramos optó por encerrar el equipo en su campo y rezar para que sus dos mejores jugadores, el talentoso delantero ruso Alán Dzagóev (19 años), seguido por el Real Madrid, y el interior serbio Krasic, pretendido por el Milán, tuvieran un buen día.
Como eso ocurrió sólo de Pascuas a Ramos, el técnico manchego ha tenido que hacer las maletas antes de tiempo, lo que le hará en un futuro pensárselo dos veces antes de probar otra vez suerte en una liga que no sea la española.
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