Este artículo se publicó hace 14 años.
El seleccionador de Uruguay vuelve a Mundial con renovada espera
Veinte años atrás, el entrenador Oscar Tabárez puso a la selección uruguaya de fútbol entre los 16 mejores equipos del mundo en Italia 1990.
Con la experiencia adquirida desde entonces y un equipo prometedor, este maestro de escuela estudioso del fútbol espera emular lo logrado antes y sorprender en Sudáfrica.
en el Oviedo -, Argentina y Colombia.
La tarea no será sencilla para Tabárez, quien intenta devolver al equipo campeón del mundo en 1930 y 1950 el prestigio que tuvo hace varias décadas. Después de una errática eliminatoria que culminó con la clasificación tras una repesca contra Costa Rica, Uruguay integrará el Grupo A junto a Sudáfrica, México y Francia, en lo que el entrenador considera la serie más igualada del torneo.
Sin embargo, no pierde las esperanzas y sueña con llegar lejos, tanto como cuando comenzó el curso de entrenador para tener un salario extra con el que sobrevivir y terminó dirigiendo al AC Milan.
"Un día de 1979 dije no juego nunca más al fútbol, y mi señora me preguntó de qué vamos a vivir", contó Tabárez el año pasado en un canal de televisión local. "Entonces hice el curso de entrenador con la intención de tener otro sueldo. (...) En 1980 no tenía plata para ir al estadio".
En esa época, su poco destacada carrera como defensor central en equipos modestos se apagó definitivamente y se dedicó a la docencia como maestro de escuela, algo que hizo durante 15 años hasta 1985. Esa profesión, así como su actitud de analizar fríamente el juego y buscar proyectos que incluyan a los deportistas más jóvenes, le valieron el apodo de "El Maestro".
TRAYECTORIA
Tras una temporada con los juveniles de un pequeño equipo local en 1980, pasó a dirigir la selección sub-20 del país y a otros equipos uruguayos, hasta que en 1987 alcanzó uno de los puntos más altos de su carrera como campeón de la Copa Libertadores de América con Peñarol.
Pasó por el colombiano Deportivo Cali y finalmente dirigió a Uruguay en el Mundial de Italia, en lo que fue el despegue de su carrera internacional. La "celeste" -con Enzo Francescoli en el equipo- superó la etapa de grupos, pero quedó eliminado ante el anfitrión en octavos.
a donde volvió en 1998 - y por el Milan, en una gestión con poco brillo que muchos consideran como un fracaso del entrenador.
"Algunos me decían 'usted fracasó en el Milan', y puede ser. Pero yo lo miro desde otro punto de vista: yo llegué al Milan, algo que ni pensaba en ninguno de los sueños más ambiciosos", comentó Tabárez.
Con un trabajo a largo plazo con la selección que comenzó en 2006 y planificado con los más mínimos detalles, el técnico espera que Uruguay se convierta en la sorpresa en Sudáfrica.
Tabárez es consciente de que recuperar la antigua gloria que tuvo la "celeste" será difícil, pero no pierde la esperanza de que las nuevas generaciones de su país puedan vivir lo que disfrutaron los más veteranos.
"Lo que me emociona más (...) es que tantos niños pidan autógrafos", comentó el entrenador uruguayo. "Uno ve que ellos están viviendo una experiencia que no tienen que contarles sus padres. Es parte de su vida como aficionado al fútbol y eso es importante para el fútbol y para el país, porque el fútbol es parte de la identidad de un país".
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