Este artículo se publicó hace 14 años.
Un fin de semana perfecto
Se quedan ya todo el año entre nosotros. Llega el invierno y aún podemos ver las elegantes siluetas de las cigüeñas encaramadas en los campanarios y espadañas o sobrevolando el cielo azul de la ciudad medieval de Cá
Tal vez no hagan más que continuar un vuelo que empezaron hace centenares de años. Porque en Cáceres el tiempo parece confundirse de siglo. No hay más que acercarse cualquier día de estos para comprobarlo.
Cruzar el Arco de la Estrella es lo más parecido a activar una máquina del tiempo. Entrar en la parte vieja es entrar en una ciudad medieval en la que el reloj anda más despacio. Tan solo hay que dejarse llevar por sus calles, recodos y placitas cargadas de una historia tallada en sus gastadas y nobles piedras. Iglesias, palacios y casas solariegas, en un armónico y extrañamente bien conservado conjunto arquitectónico, evocan otros tiempos, tan lejanos como heroicos, tan legendarios como fascinantes.
La plaza Mayor, aunque anterior al siglo XIII, está rodeada de soportales del siglo XVI sobre pilares de piedras. En su lado oriental está limitada por murallas almohades del siglo XII. Las numerosas torres -del Bujaco, de la Hierba, de los Pálpitos, de las Cigüeñas, de Espaderos o de Sande-, se muestran sólidas y esbeltas a un tiempo, irguiéndose por encima de los edificios nobles y de las impávidas iglesias. Tras la reconquista se multiplicaron las casas y palacios de aquellos señores de la guerra, que han acogido durante siglos a sonoras dinastías: Monroy, Ovando, Carvajal, Golfines de Abajo, Becerra...
Cruzar el Arcode la Estrella
es lo más parecido
a activar una máquina del tiempo.
Sus hazañas fueron no solo auspiciadas sino bendecidas por la iglesia, que contaba también con activos y aguerridos clérigos. En la hermosa plaza de Santa María se alza la iglesia concatedral del mismo nombre y al lado, el Palacio Episcopal y el de Mayoralgo, conformando un inigualable conjunto. La Torre de Bujaco, además de ser un impresionante mirador sobre la Plaza Mayor y la de Santa María, permite el acceso a un tramo de la muralla y acoge un centro de interpretación.
La plaza de san Jorge reúne el conjunto de la iglesia de San Francisco Javier y el convento de la Compañía de Jesús, además de la casa de los Becerra. Al final de la cuesta se encuentra la iglesia y convento de San Mateo y el palacio de las Cigüeñas. También en el entorno está la casa de las Veletas -actual sede del Museo de Cáceres-, que conserva un aljibe almohade y la casa de los Caballos. Al otro lado de la plaza, están la casa del Sol, la Torre, la de los Sande y el palacio de los Golfines de Arriba.
En realidad el Barrio Judío son dos: el conocido como barrio de San Antonio y la Judería Nueva, a espaldas de la Plaza Mayor. Ambos con cuestas y angostas callejas, a las que se asoman pequeñas casas de fachadas blanqueadas y grandes chimeneas de ladrillo.
No es muy grande el perímetro del Cáceres antiguo, pero es mucha la tela que cortar. Y es mejor hacerlo sin prisas, en dos días mejor que en uno. Para disfrutarlo de verdad y descubrirlo a fondo. Porque Cáceres es Patrimonio de la Humanidad desde el año 1986, y aunque muestra al visitante el aspecto tranquilo y sosegado de una capital de provincias, es también una activa ciudad universitaria, que también ofrece una variada oferta musical, teatral y de exposiciones durante todo el año, sobre todo en pequeñas salas y locales.
Cuando marchamos, quedan en lo alto las cigüeñas en sus pináculos, mientras abajo, en sus viejas y empedradas calles resuena, renovado, el eco de unos pasos.
Más informaciónAlgunos museos
Museo de Cáceres. Ubicado en el palacio de las Veletas, reáne piezas arqueológicas, etnográficas y arte contemporáneo; alberga en su interior un aljibe árabe (Tel. 927 01 08 77).
Centro de Interpretación de la Cueva de Maltravieso. Reproducción de esta cueva que pasa por ser la más relevante del arte paleolítico en Extremadura (Tel. 927 22 20 62/927 01 08 77).
Museo de Historia y Cultura Casa Pedrilla. Dedicado a la vida en la ciudad durante los siglos XIX y XX. En el mismo recinto se encuentra la casa-museo de Oswaldo Guayasamín (Tel. 927 24 16 33).
Gastronomía
Tal vez lo más típico sea el vino de pitarra, las tencas fritas, la caldereta, el asado de cordero, los embutidos de ibérico, los espárragos trigueros, los bombones de higo y la Torta del Casar. Sin olvidar el gazpacho, las sopas de tomate, las migas o las criadillas de tierra. Y los dulces conventuales y artesanales: perrunillas, rosquillas, pestiños...
Alojamientos
Parador de Turismo de Cáceres. Ancha, 6. Tel. 927 21 17 59.
Izán Cáceres Hotel. Pza. de San Juan, 11. Tel. 927 21 58 00.
V Centenario. Manuel Pacheco, s/n. Urb. Los Castellanos. Tel. 927 23 22 00.
Dónde Comer
Torre de Sande. Condes, 3. Tel. 927 21 11 47.
Atrio. Avda. de España, 30, blq. 4. Tel. 927 24 29 28.
El Figón de Eustaquio. Pza. de San Juan, 14. Tel. 927 24 43 62.
De tapas
La tradición de la tapa está muy extendida en sus numerosos bares y restaurantes, como en El Adarve (Sergio Sánchez Garrido 4), con sus manojitos de gambas; las tortas de queso de La Fusta (San Pedro 4), la prueba de cerdo de El Puchero (Plaza Mayor 36), los montaítos y la moraga en Montaíto (Reyes Huertas 18) y las anchoas de El Galéon (Motril 3).
Oficina de Información Turística
Plaza Mayor, s/n. Tel. 927 01 08 34.
Cierra fines de semana por la tarde y festivos. Tiene otras oficinas en el aparcamiento del Obispo Galarza y en la calle Ancha, 5.
Web: http://turismo.ayto-caceres.es/
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