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El seminario de la Fundéu aboga por evitar los prejuicios ante el lenguaje juvenil

EFE

La jerga juvenil es, casi siempre, pasajera, pero en ocasiones aporta a la lengua recursos ocurrentes, expresivos y con más fuerza de los que tiene el lenguaje de los adultos, por lo que hay que evitar los prejuicios con los que en muchas ocasiones se observan esos modos de hablar.

Esta es una de las principales conclusiones del seminario internacional "El español de los jóvenes", en el que la Fundéu BBVA ha recogido la opinión de profesionales que trabajan en campos relacionados con el lenguaje y con jóvenes.

La Fundéu ha reunido en el monasterio de Yuso, en San Millán de la Cogolla (La Rioja) a una docena de profesores universitarios, guionistas de cine y televisión, publicistas y escritores, en un seminario que inauguró la Princesa de Asturias, doña Letizia.

La profesora de Lengua Española de la Universidad Complutense, Ana María Vigara, fue la primera en subrayar que "los adultos nos enfrentamos al lenguaje de los jóvenes con prejuicios y estereotipos", a pesar de que, cuando crecen, "dejan ese código".

Otra de las ponentes, Carmen Galán, de la Universidad de Extremadura, rechazó cualquier intento por "normalizar" el lenguaje de los jóvenes, ya que "su principal característica es la libertad".

También hay expertos que defienden lo contrario, consideran el lenguaje juvenil "empobrecido", debido a la influencia sobre él de las nuevas tecnologías y de sistemas educativos poco exigentes en materias como lengua y ortografía.

Esa es la tesis de otro profesor de la Universidad Complutense, Francisco Reyes, quien cree que "un joven, por serlo, no es idiota, puede entender un texto serio, pero usa menos palabras, ansía acortar la información" algo que, para él, "es fruto del exceso de información que tienen".

El profesor de la Universidad de Alicante Félix Rodríguez aseguró que mientras que el lenguaje "oficial" busca "lo elaborado a través de reglas", el de los jóvenes recurre "a extranjerismos, neologismos y los peores 'ismos' que podamos pensar" aunque "también usan reglas gramaticales para formar palabras, aunque no lo sepan".

Fue Salvador López, de la Universidad de Córdoba, quien aseguró que los mensajes de teléfono móvil (SMS) son un instrumento en el que los jóvenes basan sus relaciones, y por ello "importa más la función comunicativa" que el respeto a normas ortográficas.

Javier Morant, de la Universidad de Valencia, fue más claro y afirmó que sobre el dominio del lenguaje usado en los SMS "no está claro si el problema es de los jóvenes o nuestro", ya que "vivimos en una sociedad audiovisual y no está claro si hoy ser analfabeto es cuestión de escritura".

Otra de las conclusiones de este seminario es lo apartados que están los medios de comunicación al lenguaje juvenil, a través de la publicidad "porque si se oyese en los anuncios la forma real de la que hablan, se nos echarían encima", afirmó la profesora de Publicidad de la Complutense, Isabel Hernández.

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