Este artículo se publicó hace 14 años.
El Senado nombra con tres años de retraso los nuevos magistrados del Tribunal Constitucional
El Senado ha aprobado hoy con casi tres años de retraso los cuatro nuevos magistrados del Tribunal Constitucional que le corresponde renovar: el ex presidente del Consejo General del Poder Judicial, Francisco José Hernando, y los catedráticos Adela Asúa, Luis Ortega y Francisco Pérez de los Cobos.
Los senadores han votado de forma secreta y en urna a los candidatos a ingresar en el Alto Tribunal, con un respaldo mayoritario, catorce votos en blanco y cinco nulos.
Hernando ha sido el que menos sufragios ha obtenido de los cuatro, al lograr 204; a continuación, Pérez de los Cobos, con 221 votos; Ortega, con 223; y Asúa, con 226 sufragios a favor.
Los nuevos magistrados, según fuentes parlamentarias, han contado con el apoyo del PSOE, PP, el grupo de senadores nacionalistas (PNV y BNG) y los del Grupo Mixto.
CiU ha votado en blanco, mientras que la Entesa lo ha hecho de forma dividida: el PSC a favor, ERC ha emitido un voto nulo al tachar los nombres propuestos por el PP y escribir los dos promovidos por el Parlamento catalán; e ICV sólo ha apoyado los nombres respaldado por los socialistas.
El presidente del Senado, Javier Rojo, no ha podido evitar que se le escapara un "por fin" al concluir el recuento de los votos y dar así por finalizada una larga batalla que ha enfrentado al PP y al PSOE por su cuota de poder en el Constitucional.
Debido a la demora acumulada por la falta de acuerdo entre las dos fuerzas mayoritarias, los nuevos magistrados designados por la Cámara Alta ejercerán su mandato durante un periodo de seis años en lugar de los nueve que establece la Constitución, lo que obligó en su momento a modificar la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional.
Estos cuatro magistrados sustituirán a María Emilia Casas (actual presidenta del Alto Tribunal), al vicepresidente, Guillermo Jiménez, y a los magistrados Vicente Conde y Jorge Rodríguez Zapata.
Durante estos tres años de bloqueo el principal escollo fue Enrique López, ex portavoz del Consejo General del Poder Judicial cuya candidatura, presentada por el PP, no aceptaron los socialistas y fue finalmente rechazada por el Senado.
Los servicios jurídicos de la Cámara Alta alegaron que López no cumplía el requisito de quince años de ejercicio en el cargo.
Precisamente hoy el Tribunal Constitucional ha rechazado los recursos de los Parlamentos de La Rioja y de Madrid contra la decisión del Senado de excluir a López de la lista de candidatos, al considerar que las Cámaras autonómicas no estaban legitimadas para recurrir.
Con todo, el PP sigue defendiendo la candidatura de López y, de hecho, será uno de los dos nombres que proponga al Congreso.
Así, la votación de hoy ha puesto fin a tres años de desacuerdos entre PP y PSOE para renovar el TC, una situación que ha llevado a un bloqueo histórico que, incluso, obligó a modificar la ley.
Y es que, según la Constitución, los magistrados del TC han de renovarse por tercios cada tres años -cuatro nombrados por el Congreso, cuatro por el Senado, cuatro por el Gobierno y otros cuatro por el Consejo General del Poder Judicial-.
El bloqueo de tres años en el Senado ha hecho que prácticamente coincidan en el tiempo la renovación del Senado y la del Congreso, cuya tramitación ha comenzado esta misma semana.
Durante la votación, la "nota", aunque discreta, la ha dado el senador de Esquerra Miquel Bofill quien tras depositar su papeleta en la urna ha mostrado la misma octavilla que se repartió en la manifestación contra la sentencia del Estatut que se celebró en Barcelona el pasado 10 de julio y en la que se leía "Som una naciò".
El mismo lema que los cuatro senadores de ERC han exhibido hoy todo el día en un 'pin' en la solapa de sus chaquetas.
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