Este artículo se publicó hace 15 años.
La Sénia capea la crisis del mueble
Un 90% del pueblo vive de fabricar o vender muebles
Con apenas 6.500 habitantes, La Sénia (Tarragona) disfrutaba de un crecimiento económico imparable por ser uno de los mayores centros de producción y venta de muebles del Estado.
Pero dos años después del desplome del sector de la construcción, la población cerraba el pasado mes de agosto con 547 personas en el paro y con al menos cinco ERE que afectaron, entre otras, a la principal fábrica mueblista de la localidad.
La bolsa de trabajo del Ayuntamiento ha recibido ya 765 peticiones, la mayoría de inmigrantes llegados en época de vacas gordas. Brusco despertar de un sueño que podría tornarse pesadilla, de no ser porque los sectores implicados empiezan a ponerse las pilas.
La bolsa de trabajo de La Sénia ha recibido 765 peticiones laborales
El Ayuntamiento promociona con subvenciones de la Diputación y fondos europeos un centro de internacionalización del mueble; un escaparate de los productos locales para delegaciones de posibles nuevos mercados. La teniente de alcalde de Industria y Políticas de Empleo, María Pilar Ballester, consciente de que "el 90% de la población vive del sector del mueble", admite la necesidad de diversificar la economía local.
"En un año nuestros 72 asociados han pasado de 2.200 trabajadores a 1.600, y las ventas han caído entre un 40% y un 50% de media", afirma el presidente de la federación local de fabricantes de muebles, Juan José Royo, que también reconoce errores propios: "No buscamos nuevos mercados porque suponía incrementar costos y con el español nos bastaba...".
No obstante, Royo apunta que ahora "los bancos" obstaculizan la salida del pozo. "Han trabajado con nosotros sin riesgo durante 20 años y ahora no quieren saber nada. Y los institutos de crédito públicos te derivan hacia ellos. Ser empresario se ha convertido en un deporte de riesgo".
Las ventas de los fabricantes han caído hasta un 50% en un año
Las tiendas resistenLa crisis llegó justo cuando los fabricantes culminaban su reconversión tecnológica, incrementando su productividad. El golpe fue más llevadero para las cerca de 30 tiendas de muebles, que resisten. "No tenemos tantos costes como los fabricantes", argumenta Toni Esteller, presidente de la asociación quelos agrupa.
Pese a que las ventas se han reducido entre un 30% y un 50%, nadie ha bajado los márgenes comerciales, a pesar del amago de locura de alguna tienda. "Aguantamos relativamente bien y apostaremos en publicidad cuando apreciemos una reactivación", asegura Esteller.
Tanto Royo como Esteller tienen las esperanzas depositadas en el Centro de Difusión Tecnológica de la Madera y el Mueble de Catalu-nya, que se vio aliviado cuando la Generalitat compró por un millón de euros un local para su sede en La Sénia.
Su misión es dar soluciones técnicas y de mercado a los clústers del sector (La Sénia y La Garriga); y proporcionar estrategias e ideas para reconvertir el negocio, como alimentar también las necesidades del sector de la hostelería. La próxima visita de una delegación de Casablanca (Marruecos) a La Sénia apunta hacia esta línea.
Joaquim Solana, director del centro, pretende aplicar "métodos de organización empresarial del sector automovilístico para mejorar plazos de entrega y reducir incidencias". Y también ha iniciado un proyecto para elaborar productos más sostenibles. Además, el centro pondrá en marcha un programa de ayuda a los fabricantes para elaborar catálogos más atractivos.
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