Este artículo se publicó hace 17 años.
Siguen los fuertes problemas en los transportes en la sexta jornada de huelga en Francia
La sexta jornada consecutiva de huelga en los transportes públicos terrestres en Francia, pese a un seguimiento minoritario y a la baja, causa hoy problemas a millones de usuarios mientras se vislumbraba la posibilidad del fin del conflicto.
La circulación de trenes y el funcionamiento del transporte metropolitano de París registraba esta mañana ligeras mejoras respecto al viernes, según las informaciones ofrecidas por las dos empresas responsables, la SNCF y la RATP respectivamente.
La SNCF tenía programados para hoy 300 de los alrededor de 700 trenes de alta velocidad habituales, 76 de los 300 otros trenes de largo recorrido y la mitad de los regionales de media.
En cuanto a la RATP, aunque todas las líneas de metro funcionaban, la situación difería sustancialmente entre una que lo hacía normalmente (la 14, que es automática) y otras en las que sólo pasaba un convoy cada media hora.
Únicamente estaban en servicio un 35 por ciento de los autobuses urbanos en la región de París, donde había muchos problemas en los trenes de cercanías: la línea que comunica la capital con los dos aeropuertos estaba completamente paralizada a primera hora de la mañana.
Una vez más, cientos de miles de personas que utilizan el transporte público recurrieron como alternativa al vehículo privado, lo que tenía como consecuencia decenas de kilómetros de retenciones en la red vial de la región Ile-de-France.
Pese a todo, el paro contra la reforma de los regímenes especiales de pensiones tenía visos de poder resolverse, después de que los sindicatos convocantes y el Gobierno hayan hecho gestos de acercamiento sobre negociaciones en la SNCF y la RATP en presencia de representantes del Ejecutivo a partir del miércoles.
Los sindicatos que siguen manteniendo la consigna de la huelga indefinida han aceptado sentarse en la mesa de negociaciones, mientras el Gobierno ya no pone como condición previa al lanzamiento de ese proceso el fin total de la protesta, sino una mejora del servicio a los usuarios.
La cuestión ahora es comprobar cuál está siendo la reacción de las asambleas de huelguistas que se van a celebrar durante el día.
La presidenta de la SNCF, Anne-Marie Idrac, ha advertido de que el paro ya le ha costado a su compañía "más de 100 millones de euros, lo que pensaba poner en la mesa de negociaciones" para compensar los esfuerzos por la reforma del régimen de pensiones.
Idrac también ha prevenido, en una entrevista al diario "La Tribune", sobre el tema que no se podrá cuestionar en las conversaciones: el alargamiento a 40 años del periodo de cotización que da derecho a una pensión completa.
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